CARTAS AL DIRECTORIO - Agosto 2008

Agradecemos las múltiples muestras de apoyo. También las críticas. No las publicaremos aquí. Este espacio lo reservamos para vuestros "artículos". Vuestras aportaciones, que, sin ser periódicas, sí compartan vuestras experiencias, conocimientos, alegrías y tristezas en vuestra/nuestra Iglesia. En catauña o en cualquier otro lugar. Lo único que pedimos es que respeten las cuatro máximas: Constantia, meritum, fortitudo, fidelitas.

Todo esto lo podeis enviar a:

omnesdicamus@gmail.com

 

ESTAS CARTAS HAN SIDO RECIBIDAS DURANTE EL MES DE AGOSTO DE 2008. COMO HEMOS ESTADO CON "SERVICIOS MÍNIMOS", LAS PUBLICAMOS EL DÍA 10 DE SEPTIEMBRE DE 2008. LES ROGAMOS QUE DISCULPEN LAS MOLESTIAS.

Pauper Maestus, Webmaster

 

Por Otro

Cría cuervos y te sacarán los ojos.

Hace tiempo un amigo me contó que cuando estudiaba teología (no en Sant Pacià), en la clase de una asignatura de teología moral, pasó una cosa que en principio tendría que ser paradójica por contradictoria, pero que por desgracia no sólo es real como la vida misma, sino que de alguna manera parece ser algo bastante común en nuestra maltratada Iglesia Católica. Al parecer, mientras el “maestro de teología católica” inculcaba la materia de moral correspondiente, en el momento en que trataba el “apartado” dedicado a la “posición del Magisterio”, con toda la pantomima que al susodicho “maestro de moral católica” se le pudiera ocurrir para hacer ver a sus discentes orejudos el carácter retrógrado que “como siempre” caracteriza al Magisterio (mientras mi amigo se sorprendía por la ironía del profesor ante la posición del Magisterio, ya que para él era bella y natural como el agua de mayo); uno de los orejudos discípulos no pudo evitar la rabieta pertinente.

Naturalmente el discípulo en cuestión era un progre de pies a cabeza. Era también, como el predilecto del docente en moral y entre ambos se había creado una empatía que les permitía leerse mutuamente pensamientos y sentimientos. Debía de ser digno de ver como concordaban a la hora de percibir la mediocridad de la moral católica y las excelencias de las posiciones progres del iluminado profesor. Pero sobre todo ¡cómo sufrían ante las posiciones retrógradas e inhumanas de la Iglesia!:

Discente:-¿Pero, cómo puede ser? ¿Es qué no se dan cuenta?¿En qué mundo viven? (rabieta…)

Docente:-Sí, sí... Estamos así. Son los obispos. (gran pesar…)

Discente:-¿Y estos son pastores? (rabieta…)

Y es aquí donde se llega al (llamémosle) meollo de la cuestión.

Docente:-Es por esto por lo que tienes que estudiar bien la moral; para darte luego de guantazos con los obispos.

Mi pregunta es esta: ¿Qué espíritu es el que mueve a esta gente?

En moral, la conciencia es algo que está a flor de piel, en cualquiera que trate temas morales delicados y sea mínimamente sensible o, si se quiere, humano. Sin embargo, si la conciencia es una premisa para cualquier conclusión moral progre, tal vez sería bueno que gente como los susodichos, discente – docente, revisasen las propias antes de entrar en las de los demás.

Seguramente el profesor en cuestión tendría problemas de conciencia si enseñara la moral de la Iglesia sin ridiculizarla o menospreciarla adecuadamente. Posiblemente, por el contrario, en conciencia debía mostrar la belleza y las bondades de la moral que a él le parecía la “verdadera”. A pesar de todo, estoy convencido de que a la hora de permanecer en una cátedra católica contra la moral católica, no creo que tuviera ningún problema, como tampoco lo debía de tener para cobrar el sueldo.

Por su parte, es de suponer que el discente debía de tener algún problema psíquico, si el masoquismo es considerado como problema; porque me imagino que al joven en cuestión nadie le debía obligar a padecer la moral católica. Es posible que dicho masoquismo lo quisiera compensar con el sadismo destructivo si, siguiendo el consejo de su estimado “maestro de moral”, cuando se hubiera hecho un mocetón con unos ya sólidos “argumentos”, se pudiera dar o pudiera dar de tortas al Magisterio. Volviendo al tema de la conciencia, ¿qué conciencia deben tener “maestro y futuro maestro”? Y no me refiero a lo de las tortas, sino que me refiero a: ¿qué pintan en la Iglesia Católica?

Al parecer, respetaban mucho aquello de ser fiel a la propia conciencia que es el sagrario del alma donde el hombre se puede encontrar con Dios y consigo mismo, Dios habla a nuestro corazón. Sin embargo no parecían tener el menor interés en respetar ese otro gran sagrario que es la Iglesia, donde no sólo habla Dios sino que ya ha hablado. ¿Qué malévolo personaje les tiene hechizados para que no se enteren que están en una conciencia que no es la suya, la Iglesia? ¿Se han mirado algo más, aparte del ombligo, para seguir en esa otra gran conciencia, que es la Iglesia, y que ellos no solo desprecian como tal, sino que pretenden deformar?

Han pasado ya los tiempos en los que para un cristiano o para un miembro de una sociedad cristianizada, resultaba impensable vivir al margen de la Iglesia. ¿A quién se le obliga? Hoy día, me imagino que sólo los grandes santos, en los que el Espíritu les une a la Iglesia como su seno natural, son posiblemente los que viven esa connaturalidad. No es, sin duda, el caso de estos personajes. ¿Qué boca puede escupir a su propia cara? (no vale escupir para arriba). En la Iglesia habitan, ciertamente, pero de forma parasitaria o de forma cancerígena, por mucho que justifiquen su labor corrosiva.

No hay duda, que una de las “fuerzas” de la demagogia es que naciendo del astuto padre de la mentira todo lo argumenta con mayor o menor éxito; sabe como con-vencer. Y por desgracia, la Iglesia carga en su seno con muchos de estos “descolocados” miembros que pretenden, como el cáncer, destruir el cuerpo que les ha dado vida. Su actitud no sólo envenena a la Iglesia, sino que envenena también a nuestra sociedad presentando una Iglesia en discordia y ambigua, y por tanto impresentable como representante de la comunión de los hijos de Dios.

La facultad de teología y filosofía del Seminario, donde de las mentes más capaces de la diócesis, tendría que salir una argumentación católica que mostrase la belleza de “nuestra identidad” y facilitase argumentos para proponer nuestra fe y madurar en ella, es por desgracia, muchas veces, la responsable primera o la final de todo lo contrario. Por desgracia, muchas veces no sólo no se pone a los más capaces, sino que además se olvida de algo más importante: de que el principio de la sabiduría es el Temor de Dios, cosa que muchos de los profesores parecen haber cambiado por los respetos humanos; a los humanos no católicos.

 

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Por Otro.

Un corazón evangelizador.

El Señor Jesús dijo que “de lo que rebosa el corazón habla la boca”, y esto me hace pensar en lo que el prestigioso progre nacionalista, Mn. Ballarín se ha visto obligado a manifestar, como capellán, acerca de los acontecimientos que en el Barça se vienen sucediendo: “Han tirat merda a Laporta, pero tot el que han dit es mentida. Ho dic com amic i capellà”. (Desde los últimos bancos 15-7-08).

Gracias a Dios, este icono de la nazional progresía catalana que tantos años lleva actuando en nuestras tierras (lo de actuar me refiero a la nazionalprogresía) no añadió: Palabra de Dios o Amén. Aunque por aquello de “lo digo como amigo y como capellán", se sobreentiende.

Supongo que alguien de fuera de Cataluña, si lee este comentario, pensará que exagero y que presento malévolamente la excepción como si fuera la norma, aprovechando el “posible” desliz de este, para muchos, admirado y modélico sacerdote, como si fuera lo normal entre la capellanía nazionalprogresista catalana. Pero no, no exagero. Ese corazón profundamente irritado y herido, por lo que le sucede a un poderoso trepador y que nada tiene que ver con lo estrictamente eclesial, incluso diría que ni con lo deportivo ya que aquí se rozan las ambiciones políticas a costa del fanatismo independentista; pues bien, ese corazón idiosincrásico catalán no es único, hornadas de capellanes hay así, suficientes para formar más de un Forum feroz. No me refiero a la afición al fútbol, a un club, ni siquiera a una posición política, sino que me refiero a donde estos fanáticos nacionalistas o independentistas tienen el corazón: en sus intereses políticos y raciales.

Que un capellán como Mn. Ballarín, y los de su cuerda, confunda la Palabra de Dios con las consignas que ciertos medios de comunicación están inoculando a la sociedad catalana, no me extraña, si tenemos en cuenta que: ya no la Biblia, que en algunos casos algunos de ellos no han leído, sino la misma Liturgia de las Horas que tienen obligación, libre y públicamente aceptada, de rezar, no la rezan. Cuántos de estos capellanes aprovechan las horas que les queda fuera de lo fisiológicamente necesario, de la misa obligada y de otras ineludibles obligaciones sociales, para dedicarse en cuerpo y alma a estos medios de comunicación que humana y espiritualmente los están modelando.

Si en el tiempo de la dictadura y de la transición, algunos seminarios y centros católicos de Cataluña fueron un lugar de “referencia” frente a la manipulación del Régimen, donde se formaba, frente al régimen franquista, lo que luego sería una oligarquía catalanista, ya sea entre los seminaristas, ya sea entre allegados; en estos mismos seminarios fue cuajando también la demagogia resentida contra todo lo que tuviera que ver con España. Malévolamente, se había sabido casar Régimen–España en la mente y en el corazón de muchos de aquellos seminaristas y allegados, futuros capellanes unos y políticos o gente de peso otros, que acabarían expandiendo lo que en los seminarios y en otros piadosos centros se iba fraguando. Qué éxito el de la demagogia. Resulta irónico escuchar en boca de algunos la acusación de fascista y demás, cuando algunos de ellos mismos hubieran sido perfectamente, no ya unos dignos portavoces del Benito, sino la alegría del mismo Adolfo. Y conste que esto no lo digo por esa estrecha amistad de Mn. Ballarín con Laporta.

Pero no. Mn. Ballarín no es una excepción. Quién no ha sentido ganas, especialmente en tiempo de elecciones, de levantarse del banco durante la homilía de ciertos capellanes y marchar. Y no me refiero a que se de alguna pauta, salida de la “fe y costumbres” de la Iglesia y que el Magisterio recuerda que se ha de tener en cuenta, y de la que el capellán se puede hacer el eco oportuno. A veces, por lo que dicen ciertos capellanes se puede deducir el tema tratado por sus padres espirituales de tv3, de Cat. Radio, de SER y demás.

Que pasión (y odio) se ve en las palabras de ese capellán. Que pasión y odio se ve en el interés nacionalista e independentista de tantos otros. Otro gallo cantaría en Cataluña, si todos estos a los que a su tiempo Dios llamó para ser sus mensajeros, hubieran puesto su corazón en el Señor. Qué hubiera pasado en Cataluña si estos catalanizadores hubieran sido evangelizadores.

Yo veo la Salvación del Evangelio, en la persona. C.S. Lewis, haciendo una reflexión sobre el dolor, vino a decir que se desenfoca la manera de tratarlo o de “comprenderlo” si se le contempla como una gran mole a nivel mundial. “No” es la humanidad la que padece; es el leproso concreto a quien Jesús cura, es la atareada Marta a la que Jesús tranquiliza… Estoy convencido de que muchos de estos capellanes, aunque lo digan de palabra o por escrito, de corazón no comprenden el Tesoro llamado Evangelio.

 

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Por Arcángel San Miguel

Pensamientos

Ante la Jornada Mundial de la Juventud de Sidney 2008 me vienen a la cabeza expresar unos pensamientos acerca de ella. Cuando estoy viendo el canal EWTN en que en estas horas el papa Benedicto XVI está celebrando la dedicación de la Catedral de Santa María de Sidney, tengo una sana envidia de lo que allí está aconteciendo. Los católicos residentes en Oceanía celebran junto al papa la fe, ese gran don del que no somos dueños sino simples portantes de ella. No es para nosotros sino para propagarla para los demás, para que participen de ella. Eso hoy en día es difícil encontrarlo en nuestra diócesis, pastoreada por nuestro n.s.b.a. cardenal Sistach. Es difícil cuando la diócesis está dividida en "progres" y "carcas", cuando muchas veces no estamos en comunión entre nosotros. Con esto no quiero decir más que una diócesis no funciona cuando las diferentes personas nos quedamos mirando nuestro ombligo y hacemos "la guerra" por nuestro lado. Pero también tengo que decir que esa división empieza de arriba para abajo: a buen entendedor pocas palabras bastan. Estos días se está celebrando el evento más importante a nivel juvenil de todo el mundo. Ni un partido de futbol, ni un concierto de música, ni un míting de un partido político congrega a tanta juventud como lo hace el papa. Y en este evento faltan jóvenes de nuestra diócesis, jóvenes que, los que han podido ir, han viajado a través de otras delegaciones de juventud. Hablamos de unos 250 mil jóvenes. ¿Qué repercusión ha tenido en los medios de comunicación? Ninguna. ¿Por qué? Porqué no interesa decir que han ido tantos, jóvenes que valoran la vida, la vida que Jesús nos da con su muerte y su resurrección. Que tienen claro un NO rotundo a la cultura de la muerte que nos anunciaba el papa Juan Pablo II. Estos mismos jóvenes serán los que oirán, por boca de Benedicto XVI, que la próxima Jornada Mundial de la Juventud, muy probablemente, se celebrará en Madrid en el año 2011. Para entonces no sé qué país tendremos. ¿Tendrá vergüenza el presidente Zapatero en saludar al papa cuando llegue después de favorecer la cultura de la muerte? ¿Qué dirá nuestro n.s.b.a. sr. Cardenal? Porque de momento no se le ha oído. Ni tampoco al episcopado "catalán". Ahí queda eso.

 

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Por Otro.

Fórum Alsina.

El otro día quedé bastante sorprendido al leer el artículo de “El Directorio de Mayo Floreal” del día 18/07/08, no tanto por lo sintomático del escrito, sino por lo que vi al entrar en el blog de uno de los miembros del Fórum Alsina. La verdad es que no me lo esperaba. Yo, cuando he visto fotos o he leído algo sobre los del fórum, los he visto siempre como el que ve a unos machotes proxenetas. Esos que después de pegarle una paliza a su mujer, o a una prostituta dicen con toda la chulería del mundo:

- Sí, ¿qué pasa? La he pegado una paliza ¿y qué? Es mía y hago con ella lo que me da la gana.

Añadiendo, si el interlocutor no tiene la suficiente masa corporal, o no va debidamente equipado:

-Y si quieres, te curro a ti también.

Esto es lo que se desprende de las típicas fotos y escritos de estos del Fórum, cuando actúan en relación a la Iglesia que “sienten suya”. A semejanza de los proxenetas con respecto a las mujeres, los del fórum viven de la Iglesia y la maltratan para “controlarla” y hacerla más suya si cabe. No pegan el huevo como clérigos, pero como tienen que comer y demás, así como los proxenetas se espabilan con las mozas, así se espabilan ellos con la Iglesia.

Pues bien, decía que me he sorprendido porque esperaba esta típica imagen, pero no ha sido así. Parece ser que la fama, porque son famosos, les ha afectado muy “positivamente”. Así, lo que he encontrado a sido un blog donde un miembro, no sé si púdico o no, del conocido Fórum se presentaba sin ningún tipo de rubor, ni miedo, ni nada por el estilo; muy al contrario. Se venía a presentar con letras grandes, algo así como: Perico de los Palotes capellán miembro del Fórum Alsina. La verdad es que este coraje me ha sorprendido, y me ha venido a la cabeza la imagen de una película bastante antigua y que no acabo de recordar, en la que un idiota (no lo digo como insulto, sino como categoría intelectual) después de cometer un crimen y ser apresado, al ver que la gente se reunía ante él y lo miraban boquiabiertos por lo sorprendente de la atrocidad, sintiéndose el susodicho idiota, estrella por un día, y sin una clara conciencia de su delito, decía orgullosamente algo parecido a esto:

-He sido yo. Ju, ju. Lo he hecho yo.

Felicidades a la capellanía que sustituirá a estas perlas, de las que tan necesitada de una pronta jubilación está la diócesis de Gerona. Por poco que hagan los sustitutos, en fidelidad a la Iglesia, brillará como la luz en las tinieblas, en las que estos feroces activistas han querido encerrar a la Iglesia.

 

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Por Pater


El Cardenal y sus Preferidos


Después de leer el comentario de Otro, me han venido unos pensamientos sobre la manera de gobernar de nuestros Srs. Obispos. De entrada no entiendo porqué tienen unas querencias tan fuertes hacia algunos sacerdotes - pocos - y la desconfianza o indiferencia hacia la mayoría. No se dan cuenta de que actuando así, a la inversa, los presbíteros también "pasan" de ellos.

Referente al caso de Mn. Turull, es increíble el atractivo que ejerce sobre nuestro cardenal, y sobre algunos sacerdotes ancianos pertenecientes a la "gauche divine" de Barcelona. Aquellos que tienen sus grupitos, sus incondicionales, los que solo asisten a sus misas, a los que se les cae la baba cuando abren sus boquitas... es un mundo bien peculiar dentro de la Iglesia, y que debe de pasar en la mayoría de los sitios. Parece que Sistach insiste oportune et inoportune para que se haga obispo a Turull. Dios mío. ¡Qué amores! De hecho, su ascenso ha sido "meteórico". Si es verdad el análisis que hace OTRO, sobre su manera de llevar el Seminario, su altivez, y su prepotencia incluso con el personal de servicio, no queda muy bien parado. Pero seguro que todas esas actitudes proceden sobre todo (aparte de su talante personal), del engreimiento que la ha producido tanto mimo, y tanto enjabonarle de una forma tan apresurada.

Bién, está manera de actuar por parte del Pastor, dice muy poco a favor de él. Este señor ejerce como un ordenancista., como si la Diócesis fuera un bufete de abogados. El poder, siempre produce "pelotas" y en algunos casos: ¡Balones!

 

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Por Ignasi

Obispos de perfil bajo en Cataluña

Mirando la historia de Cataluña vemos como han surgido grandes obispos de influencia en la sociedad catalana y en la Iglesia universal. Una influencia que nacía de su pensamiento y piedad, que alentaba la fe del pueblo y de sus dirigentes. Desde hace unos años la decadencia en esta influencia es evidente, hasta el punto que nadie se mira ya a los obispos catalanes: ni los laicos, ni la sociedad civil, ni nadie.

¿Por qué se ha optado en Cataluña por los obispos de bajo perfil? ¿Es que no ha sacerdotes cualificados para dirigir las diócesis y que sean referente para el laicado y para la sociedad?

Se podría argumentar que el episcopado catalán es reflejo de la situación de los presbiterios catalanes. Pero eso, no es así: hay sacerdotes con doctorados por las más prestigiosas universidades católicas, en cargos dirigentes en la iglesia española y universal. Sacerdotes que desde la pastoral influyen y trabajan muy bien por la evangelización y de un gran alcance social. Entonces, ¿por qué estos nunca llegan a obispos?

Nos encontramos rodeados de obispos ¿que no son doctorados, que no han escrito ni un libro en su vida, que no han trabajado pastoralmente, que no han destacado en nada? Los únicos obispos que se atreven a escribir algo son el de Solsona y el de Tarragona. Los otros mejor no hablar: el de Terrassa hizo un folletito, con letra supergrande, se supone que para rellenar, y con un DVD, pero con un contenido tan pobrecito que daba ganas de llorar.

¿Por qué de esta situación? Permítanme que haga unas cuantas reflexiones:

Por un lado el progresismo eclesial ha presionado para tener obispos de su línea o por lo menos que les dejaran hacer. Aplicando, para ello, tácticas puramente humanas, como las campañas publicitarias “en contra de” o “favor de”, usando medios de comunicación y creando estados de opinión. Presionando a la Santa Sede con emisarios políticos.

Para ello, este grupo, ha utilizado el nacionalismo, “volem bisbes catalans”. Pero no querían obispos catalanes, querían que algunos que la pensaban como ellos fueran obispos y catalanes claro.

Que ha provocado todo ello, que desde Roma se viera a Cataluña con recelo. Un lugar difícil, como la aldea de los galos en los tebeos de Asterix. Por un lado desde Roma se ve con preocupación la descristianización. Se quisiera nombrar obispos capaces de hacer frente a este proceso, pero por motivos de buscar la paz y complacer a los díscolos se opta una y otra vez por los candidatos que no provoquen conflicto. Para ello nombran obispos a sacerdotes que hayan sido buenos administradores y que no hagan ruido. Naturalmente siempre de perfil bajo, bajo, bajísimo.

Es verdad que en alguna ocasión se ha pensado en traer algún buen obispo con la cabeza bien amueblada. Al estilo de Blazquez en Bilbao. Pero con la canción de “volem bisbes catalans” nos hemos poblado de valencianos, que no han dado demasiado resultado. Es más no han influido en nada.

Así nos encontramos con unas diócesis desnortadas.

Quizás por ello se da un hecho curioso, un abad se convierte en referente. El Abad de Montserrat Soler, que no es que destaque tampoco por su brillantez, pero que se mueve con agilidad, y dice siempre lo que quieren escuchar, es tenido por muchos como referente. La verdad es que no destaca por reconvertir la caída del Monasterio de Montserrat, más bien creo, que después de este abad pondrán el cartelito: cerrado por falta de personal. Pero la cuestión es que la gente se lo mira.

Siempre estamos en las mismas, dejados de la mano de la Santa Sede, a ver si por una vez alguien tiene un golpe de lucidez y nos ponen un obispo de referencia. Que sea capaz de convertir con sus palabras, que sepa capaz de publicar pastorales para guiar al pueblo cristianos, que pueda entrar en diálogo con la sociedad y que haga entrar a las diócesis catalanas en la dinámica de la iglesia universal. No es tan difícil solo hace falta quererlo porque hay muchos que lo esperan.

 

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Por el Cid Cabreador

Vivere in veritatem

Esta semana en las parroquias de Barcelona hemos recibido el “Boletín del Arzobispado” nada más y nada menos que del mes de noviembre de 2007. Si esto hubiera pasado con Carles la “fuerzas vivas” habrían levantado su voz, pero no, son los nuestros y hay que protegerlos. En la política de nuestra tierra pasa lo mismo. Pobre del PP si se hubiera de haber enfrentado a la crisis del Carmel, de cercanías y de los apagones… ¿Dónde están todos aquellos que nos aturdían con sus caceroladas? Pero hay que callar que son de los nuestros.

Silencios como los que se han hecho en las diversas efemérides que durante este curso se han celebrado en la Iglesia de Barcelona: Los cuarenta años de la Facultad de Teología y los cincuenta del C.P.L. ¿Os habéis preguntado de quiénes eran los Ordinarios de entonces? No, no interesa decirlo porque no son de nuestra cuerda. Pobre D. Marcelo, víctima de los “vejestorios” que gobiernan hoy la iglesia barcelonesa. Desde entonces no hemos levantado cabeza: Jubany nefasto, Carles mediocre (con aquello del que sí que sí, que no que no…) y sus criaturas, fruto de esta dubitación constante, son las que están al frente de la iglesia catalana; yo con estos personajes, no espero ninguna renovación, sino más de lo mismo: todos calladitos como monas mientras el laicismo galopante está haciendo mella en la sociedad catalana. Y es que parece que a nuestros eminentísimos ordinarios sólo les interesa quedar bien.

Silencios los de la que se hacen en la crónica del Consistorio del pasado noviembre, con la creación de los nuevos cardenales; Gérminans ya hizo una reseña.

En honor a la verdad, quisiera completar la crónica, porque de aquello de las medias verdades… muy típicas, por cierto, en n. b .a. Martínez. Se silencia el número de personas de la delegación barcelonesa, porque en una diócesis importante como Barcelona queda mal. Se silencian nombres de personas de relevancia que estuvieron pero no se calla el de las que se quiere promocionar como Turull. Parece que Martínez tenga por él un amor platónico porque no para de presentarlo a Roma pese a todas las negativas romanas.

Bien, sigamos la crónica. Menos mal que estaban juntas la delegaciones valenciana y catalana en la “visita de calore” por la tarde en la sala Nervi; de esta forma la confusión de unos y otros hacía que Barcelona apareciera con buena representación; pero mira por dónde que el President Montilla y el alcalde Hereu estaban en un rinconcito sin saber qué hacer… hasta que un clérigo catalán de prestigio pidió al Agapito que hiciera de anfitrión de las autoridades; y él como un “agnus Dei” les hizo de Cicerone; quedaron tan encantados que en algunos círculos ya se le conoce como el “Teletac” del Vaticano.

Pero no todo acaba aquí; la epopeya barcelonesa siguió al día siguiente en el Colegio Español: los pasillos abarrotados de gente, platito en mano y a buscar algo de comer; imagínense a Jordi Pujol y la Ferusola, haciéndose hueco entre la gente, buscando algún sitio para sentarse… de pena. Algún que otro Ordinario en Cataluña se lamentaba. “Estaba invitado en un hotel con García-Gasco y ya ves aquí..” Otros optaron por ir a una trattoria y comer algo decente.

Y es que Barcelona continúa siendo una diócesis gobernada como si fuera Soria, con perdón de los sorianos.

 

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Por Ignasi

El clero alto y el clero bajo

Una práctica que se extendió en la cristiandad fue la consolidación de dos tipos de clero el alto y el bajo. El alto que regentaba cargos y prebendas y el bajo que mantenía la fe del pueblo.

Esta estructura desgraciadamente continua existiendo en nuestra diócesis de Barcelona. Un clero alto que ocupa los cargos y se lleva los honores mundi, y un clero bajo que hace el trabajo y mantiene la fe del pueblo.

Podemos encontrar claros ejemplos de lo dicho, pero pongamos hoy uno de muy claro, y concluyamos con las graves heridas que crea esta distinción en la diócesis.

El ejemplo más claro lo podemos encontrar en el actual rector del Seminario barcelonés, Mn. Turull. Estudio en Roma, enviado por su protectores y superiores del Seminario de entonces. En Roma no destacó por doctas tesis, bien al contrario volvió sin laurea. Eso sí, en Roma hizo de cicerón de toda la progresía que pasaba por la ciudad eterna, yendo a todas las recepciones habidas y por haber. Al volver no se le puso en una parroquia obrera a trabajar y demostrar su conocimientos en la prédica dominical y en la administración de los sacramentos: bautizos, bodas, funerales... Bien al contrario, se le hizo profesor de la Facultat, después le premiaron un vicariato y un rectorado en el puro centro de Barcelona: donde la pastoral brilla por su ausencia. Sus amigos le hicieron conocedor de gente con alto poder adquisitivo para poder publicitar un curso de evangelización, que él no llevaba y que no ha dado ningún fruto conocido. Eso si fue un trampolín para el gran salto: El Seminario, pasando por fugaz vicariato episcopal si no me equivoco.

En el Seminario los números son terribles y el clero que se forma continúa destacando por su de-formación. Él se dedica a pintar y poner mármoles por todos los rincones del edificio. Promocionado por el Sr. Cardenal Martínez continúa en su puesto aspirando al obispado auxiliar. Es verdad que el megáfono en mano, es decir, el manifestarse en contra de la Santa Sede, en el palacio episcopal, animando a sus compañeros a la rebelión, no es un gran currículum. Pero parece que aquí nadie se acuerda o se quiere olvidar. Se dice que el mismo Cardenal niega el hecho o mejor dicho la foto. ¿Y en Roma, finalmente sufrirán la misma amnesia? Pero este cerrar los ojos provocará que el método de la rebelión contra la Santa Sede se afiance en Barcelona aun más si cabe.

Bueno ahí está el rector del Seminario, ¿quizás al llegar el verano podría ir a substituir algún sacerdote en laguna Parroquia de barriada? Qué nadie se le pase por la cabeza tal cosa. A él se le guardan más honores: Pasearse por Milán de la mano del Cardenal. Recordando ciertas excursiones de rector Vives con el Cardenal Carles que le supusieron la mitra.

Los pobres sacerdotes que durante todo el año han estado en sus parroquias manteniendo la fe del pueblo, pasando por grandes privaciones, haciendo 3 y 4 misas los domingos. Esos al llegar el verano con suerte podrán tener 15 días de vacaciones y haciendo combinaciones que dejan la inquietud en la marcha.

Con ello se demuestra que hay dos cleros: el alto y el bajo. En un tiempo en esta diócesis se criticaba al obispo porque solo estaba con los jóvenes. Ahora existen los dos cleros el alto y el bajo y al salir del Seminario ya se lleva la etiqueta que nadie te la quitara. Si eres del clero alto te esperan cargos y carguitos sin carga alguna. Si eres del bajo toda la vida tendrás que dar cuenta de lo que haces a un superior y trabajar como un negro.

La consecuencias para la diócesis son terribles, porque los pocos sacerdotes jóvenes, con estos modelos, nadie quiere estar en parroquias (trabajar de verdad). Todos quieren ir a estudiar a Roma, y dedicarse a los universitarios. Nadie quiere sepultarse en una parroquia y dedicar su tiempo en funerales, bodas y bautizos, hacer catequesis a los niños y hablar con los padres, perseguir a los jóvenes y además hacer de paleta, pintor y economista.

Es necesario otro presbiterio sin clases. Donde haya diversidad de carismas y de espiritualidades pero un mismo sentir y sobre todo un mismo ser. Que no haya diferencias, todos a trabajar que la mies es mucha y los obreros pocos.

 

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Por Otro.

¿Vanas esperanzas?

Es curioso, pero siempre que sale el tema de la jubilación del cardenal Martínez, todo el mundo le echa uno o dos años de prórroga. Según ellos, es un tiempo de rigor, en el sentido de que “siempre se hace” y se da por supuesto que “así se hará”. De manera que lo que es una posibilidad que tiene el Papa de mantener un tiempo más en el cargo, a un obispo después de la edad de la jubilación, si lo ve conveniente, para algunos se trata de una ley necesaria; cuando no es así.

Que mal quieren al Cardenal. Con lo bien que se debe de estar jubilado. Qué mejor que pensar que el mismo día de su jubilación, ya tenga hechas las maletas para retirarse, no a una casa particular como el cardenal Carles, sino a la residencia de las Corts. Y si no quedan plazas a alguna residencia baratita de esas que seguramente habrá por el Raval, con lo que daría un testimonio feliz para la nazional progresía que tanto le ha respaldado.

Todo esto lo digo, porque leyendo un libro (La sal de la tierra) en el que un periodista entrevistaba al Papa actual, cuando como cardenal estaba al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, encontré un comentario en el que daba su parecer sobre lo que consideraba un buen y un mal Pastor al frente de una diócesis grande. Cuando daba la descripción era cuando me di cuenta deque es posible que cuando el cardenal Martínez le presente la dimisión, al menos por jubilación, se la acepte de inmediato. Esto se ve especialmente reforzado, en cuanto que el contexto de su comentario trata sobre como durante su episcopado, el entonces cardenal Ratzinger, dio la cara valientemente, con fidelidad y con claridad; tratando los problemas eclesiales. Especialmente cuando como “cooperador de la Verdad”, ha mostrado y defendido la doctrina de la Iglesia, y en concreto la moral que enseña y cree la Iglesia.

Decía el entonces cardenal Joseph Ratzinger: “A mí, como a los Padres de la Iglesia, me sonaban continuamente al oído aquellas palabras de la Biblia condenando a los pastores de grandes rebaños que, para evitar conflictos, son como perros mudos que permiten que el peligro se extienda. Una vida tranquila nunca ha sido la primera característica de un ciudadano, y la imagen de un obispo pendiente sólo de ahorrarse disgustos y de disimular conflictos para tener tranquilidad, siempre me ha parecido, además de grotesca, impensable para mí…Todavía hoy me consuela pensar que nunca rehuí ninguno de los conflictos de aquel período de Munich, pues -como ya dije antes- no hacer frente a los problemas me ha parecido siempre la peor forma de desempeñar un cargo.”

Realmente, la situación de la diócesis de Barcelona viene como aniño al dedo para aplicar el cuento. Sin embargo, no en lo referente al cardenal Martínez. Aquí habla un Pastor que se interesa por la evangelización, por la salud de su feligresía (toda), de sus conciudadanos y de su diócesis. En el caso del cardenal Martínez, a parte del comer muy dignamente, le interesa la catalanización de su diócesis y de Cataluña… en general. Le interesa la cosa racial-lingüística, y la catalanización de las personas, que también son humanas, que inmigran a Cataluña. Por esto, es mejor que no ponga mucho interés el cardenal Martínez en afrontar sus problemas personales, no sea que le dé por crear topos que velen por la total catalanización de las parroquias. Seguro que sus amigos del tripartito le facilitarían la cosa.

 

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Por Josep

Documento Impresionante

Apreciados sacerdotes que forman GerminansGerminabit.

Primero de todo gracias, muchas gracias y que Dios os premie lo que estáis haciendo; " sostener la auténtica Iglesia Católica ", manteniendo la llama de la Fe en estos tiempos de confusión y luchando contra la "auto-demolición" que se está provocando desde dentro de la Iglesia por muchos obispos y sacerdotes. Por favor seguid adelante en esta lucha.

Por otra parte, os quería hacer llegar la transcripción de la última página del diario de guerra del Beato Pere Tarrés." Mi diario de guerra.1938-1939".

Como sabrán ustedes existe hoy una gran propaganda que dice que el Beato Pere Tarrés fué afín a la Republica y todo lo que esto conlleva. Pero por favor lean y divulguen su diario, creo que será muy positivo.

Quedando a su disposición. Con afecto en Jesús y Maria.

Josep

Beat Pere Tarrés. “Mi diario de guerra.1938-1939".

“26 de enero: Noticias. Ruido de combate. La misma expectación de ayer, pero todavía más fuerte. ¡Dios mío salva a la Patria! Cuando pienso que todo este ruido es el mismo que oía antes de ocupar los pueblos de Catalunya en los que hacíamos resistencia, y que ahora lo oigo a las puertas de Barcelona, no sé que me ocurre de tanta alegría... El ruido se acerca... ¡se acerca la primavera y con ella la tan suspirada paz y el restablecimiento del Reino de Cristo!”

“Los partidos comunista, socialista, CNT, invitan al pueblo a la resistencia... palabras que caían en el vacio... casi daba risa. ¡Quién quiere que se levante, si toda la juventud ha sido asesinada o ha muerto en la guerra! ¿Quién puede levantarse para defender un terrible régimen de tiranía y de terror bajo la estrella roja y la bandera roja y negra o encarnada, del odia a muerte y la lucha de clases?”

“Estoy convencido de que se acercan para España horas de gloria y de luz y de reconciliación, de fuerza creadora. Estoy convencido de que renacerá la llama viva del cristianismo, más viva que nunca.”

“Son la cuatro de la tarde. Vivimos momentos únicos. Momentos de emoción sublime. Saltaría de gozo. Lloraría de alegría. Noticias que han comenzado a entrar... Barcelona reconquistada para España y para Cristo. Barcelona liberada del infierno rojo. El marxismo, bajo todos los aspectos, ha sufrido el golpe más decisivo. Cataluña, Cataluña ya está salvada....”

“Dios mío, ¿es posible que llegue la hora de la liberación?... Cuando todo parecía hundido, Tú has resurgido lleno de gloria ¡Señor, es tu gloria lo único que me interesa...! ¡Dios mío, Dios mío, gracias por haberme permitido presenciar tanto gozo, la alegría de un pueblo que resucita!....”

“Noticia de la entrada del ejército Nacional liberador de España en la ramblas. Ha sido algo grandioso. A los gritos de Arriba España y viva Franco... han anunciado a los cuatro vientos la conquista de Barcelona... La emoción y el entusiasmo populares que se han lanzado a la calle han sido formidables. No he podido resistir la alegría... hemos salido a la calle... la gente aclamaba por la calle a las tropas y las columnas motorizadas que iban llegando, aclamando a Franco y a la España única, libre y grande. Nos abrazábamos en plena calle. La gente te paraba en medio de felicitaciones y gritos de alegría... ¡Ha sufrido tanto Cataluña! ¡Ha llegado la hora de su liberación...! Rezo ante el Santísimo. Encuentro de amigos... El padre Torrents nos ha recibido lleno de alegría".

Tarrés da vivas a Cristo Rey, a la Virgen de Montserrat, a la Purísima, patrona de España. “Me he sentido profundamente español y nunca como hoy me sale del corazón un grito bien alto de: ¡Viva España! ¡Viva Cataluña española! España está destinada a ser una gran fuerza. Ella será el nuevo hogar del cristianismo. Dios mío, ilumina a Franco y a los otros dirigentes, para que todos sus actos estén informados por las doctrinas de amor y de paz cristianas, como hasta ahora".

"Dios mío, salva la Patria... que estos años de sufrimientos sirvan para Tu gloria y para la santificación de mi alma. Los generales del Ejercito han pronunciado ahora una alocución formidable, que ha encendido nuestro corazón, hablando de amor, de paz y de justicia".

“Virgen María... continua velando por nuestra Patria... hazme un gran apóstol... consuela a tantas madres... Jesús mío, te ofrezco a Ti todo este sufrimiento colectivo...".

"¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España cristiana! ¡Viva Cataluña española!".

"Y pongo fin a mi Diario de guerra".

Fuente: " Revista AVE MARIA. Enero 2005.Nº 704.

 

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Por Aeci

Rompiendo lanzas.

Estas letras están escritas quizás con un poco de premura o precipitación pero considero necesario responder a una noticia que me ha sorprendido mucho. Leía esta mañana el Directorio de Mayo floreal (me considero un asiduo lector vuestro) la noticia del despido o “pasaporte” de Mn. Robert Baró como secretario del cardenal Martínez Sistach. La noticia me ha sentado como un jarro de agua fría, puesto que conozco personalmente a Mn. Baró, y por tanto indirectamente me afectaba. En primer lugar quisiera reñir (siempre con la intención de corregir para hacer un bien posterior) al autor por el sensacionalismo con el que ha tratado el tema en la segunda parte del artículo, a veces no exento de algún matiz de crueldad hacia Mn. Baró. Quisiera por consiguiente romper una lanza a favor él, creo que es mi deber hacerlo. Conocí a Mn. Robert ya siendo secretario personal del cardenal, en sus innumerables viajes por todos los rincones de la diócesis. Nos conocimos por afinidad. Los dos estudiamos en la Universidad Autónoma de Barcelona, a los dos nos interesa el Arte y la Historia, y nos sorprendimos mucho cuando descubrimos que leíamos los mismos libros. Por aquel entonces su carácter era afable, risueño, casi pueblerino, como corresponde a un buen joven de Terrassa. Pasó el tiempo, y cuando en el palacio episcopal se iniciaron las obras de rehabilitación, muchas veces le hacía visitas de cortesía y tomábamos café mientras me explicaba las sorpresas que puede dar un edificio milenario como es el palacio episcopal. Volvió a pasar el tiempo, y debido al asfixiante ritmo de vida que llevaba nos distanciamos un poco. Se agotaba. Pero nunca perdí el contacto con él.

He de reconocer que no conozco la ideología política de Mn. Robert, ni su eclesiología, ni su idea del sacerdocio, etc. No sé si es progresista o tradicional, si le gusta la liturgia tridentina o la postconciliar, y mucho menos conozco su opinión sobre el cardenal, puesto que su discreción sobre este tema fue total. No conozco a Mn. Robert sacerdote, pero conozco algo de Robert como persona. Y no se merece lo que le ha pasado. No vi en él nada de aspiraciones malsanas, ni nada que me hiciera entender que era un “trepa”; sencillamente cumplía con su obligación, destinando para ello una dosis de energía superior a sus posibilidades, que en los últimos tiempos le ha llegado a consumir. Ha pasado lo que ha pasado, quizás lo que tenía que pasar. No lo sé. Lo único que me atrevo a sentenciar es que ha sido una víctima del sistema. Un daño colateral de esos que tanto se comentan pero que pronto se olvidan. Pero él quedará ahí, y lo que ha sufrido solo lo saben él y el Omnipotente. Por eso quisiera, desde esta página Web considerada como belicosera y de rompe-y-rasga, aportar este matiz. No solo porque me considero amigo de Mn. Robert, sino porque me dolería mucho saber de otras víctimas, otras silenciosas y abnegadas víctimas, que por falta de compasión y de ayuda entre los sacerdotes, quedan solas, aisladas, estigmatizadas. Los sacerdotes no sois números, ni funcionarios, sois ministros de Dios y del altar, hermanos de un solo Hombre e hijos de un solo Padre. Haced que se note, que la gente pueda decir “mirad como se aman” y trabajad por un amor que va más allá de ideologías, liturgias, o nacionalismos. Y a ti Robert, muchos ánimos, y ¡que Dios te bendiga!

 

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Por Antonio

La justicia sin misericordia

Hola, no sé a quién escribo, pero mi nombre es Antonio y resido en Cornellà de Llobregat.

No dudo de la veracidad de sus escritos porque, tristemente, me consta que en los más de los casos son ciertos en gran medida. Si bien entiendo que para un sacerdote consagrado a Cristo la situación es mucho mas doliente que para un simple laico, que las “historias de curia” o de clero suenan a chino; no es menos cierto que para mí, laico, es importante ver en la predicación del sacerdote no sólo el mensaje de Cristo hace 2000 años sino su ejemplo hoy.

Incluso alguien me podría decir con gran criterio que Jesús ponía de manifiesto la actitud de los fariseos (como caso más semblante) pero en contrapartida les diría que nunca lo hizo con pseudónimos ni anónimamente, sino como Él mismo defiende ante el Sanedrín lo hace en público y en plazas y nunca a escondidas.

Quiero decir con esto, que a nivel personal estoy molesto con esta página, no porque calumnie ni diga falsedad, sino porque no vive la caridad como mandato absoluto de Jesús, “amad a vuestros enemigos”. Produce en el lector, al menos en mí, el morbo de saber lo malo, y no el afán de buscar lo bueno; y eso no me edifica

Por ejemplo, durante la Vigilia de la Inmaculada de 2007 se produjeron hechos que me ofendieron como cristiano y no dudé en ponerlo en conocimiento del Arzobispo. Sé que hay diferencia porque él no es mi jefe, pero sí mi pastor y como tal puedo y debo exigirle en su labor pastoral, en lo que creo que es propio de la Iglesia hoy.

Entiendo de igual manera que estas palabras sean duras pero no tienen valor de ofensa, al contrario, están escritas para animarlos a seguir con su labor pastoral más entregada si cabe. Por ejemplo, el testimonio de las suplencias de verano me ha parecido real como la vida misma, y podría comentar unas cuantas más acompañando a algún sacerdote o bien en alguna Iglesia de Barcelona que he tenido que sufrir. Pero lo importante no es lo que hagan algunos sacerdotes, sino que todos podamos encontrarnos con Cristo. Por ejemplo, apoyando al Obispo de Sant Feliu cuando en su encuentro con los jóvenes preparó una celebración eucarística y una cena con algún juego después. Es algo sencillo pero que a mí me dice que el centro de esa celebración, del encuentro es Cristo.

No sé, creo que en este tipo de crítica ponemos armas a quien quiere atacar a la Iglesia, y si yo sé que alguien quiere hacer daño a mi Madre, no le doy un cuchillo; ni una cuchara, no sea que se la tire.
Insisto en que es una reflexión en voz alta y no pretende quitar un ápice de razón a sus palabras, pero es bueno seguir las máximas evangélicas…”Sed perfectos como vuestro padre celestial es perfecto…”

Un fuerte Abrazo en Cristo

Antonio

 

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Por el Cid Cabreador

El mal menor: No esperéis grandes cambios, verdades a medias

Parece ser que esta es la tónica que ha escogido el nuncio Monteiro para el nombramiento de obispos: el mal menor; no provocar grandes disensiones y “llenar el expediente”. Para corroborar todo esto sólo es necesario repasar todos los nombramientos episcopales recientes; y es que creo vivir una época en donde reina una especie de nepotismo absoluto. Ser obispo se ha convertido, al menos en estas latitudes, en una especie de “remuneración” por servicios prestados; y de esta forma el episcopado ha pasado a ser un “cursus honoris” para hacer carrera eclesial. También se ha resentido la función pastoral que ha convertido en un puro como si de funcionarios se tratara. San Agustín, ya dice que hacer de pastor es un pasado de ser un oficio de amor (amoris officium pasceris) a un oficio funcionarial. Esto sobresale en la Iglesia de Cataluña: Si miráis la mayoría del episcopado catalán, la mayoría tienen que ver con la promoción que hizo Carles de algunos personajes. Y en honor de la verdad, “la época carlista” no fue muy brillante. Carles es un hombre tímido que nunca ha sabido afrontar los problemas con seriedad: le asustan. Cuando vino a Barcelona tenía el mandato explícito de la Santa Sede de arreglar la facultad de teología, cuidarse del clero y del seminario. Pues bien: en la facultad no hizo absolutamente nada, del clero sólo se ocupó de aquellos que él formó, el resto eran sospechosos, y del seminario no os digo: el primer rector fue Vives, el actual obispo de La Seu d’Urgell, el segundo, Francesc Pardo, conectado con la Casa de Santiago, (un sacerdote barcelonés, al enterarse del nombramiento habló con Carles, el cual no le hizo caso; el sacerdote optó por dejar la diócesis) y finalmente Ramón Corts, este buen sacerdote, que se quemó por Carles y lo sacó. En fin, a Carles le ha asustado siempre el “qué dirán”; y por eso, en su pontificado se rodeó de gente muy gris; gente que en “las intimidades” son adictísimos pero que se amedrentan ante los problemas; entre ellos sobresalió Salvador Cristau, actual rector del seminario de Terrassa. Hay webs que apuestan por Meneses y Casanovas; Meneses despachó a las monjas sanjaunistas de su monasterio para hacer allí su seminario y las puso en una residencia, sin encomendarse a Dios; supongo que la Santa Sede no sabe nada; Casanovas es buen chico, pero ¿obispo?; dejemos tiempo al tiempo. Por de pronto sigue los pasos de Carles: cuando D. Ricardo llegó a Tortosa se trajo consigo a un diácono de su confianza que plegó; esto hizo que Carles después no se fiara de nadie. D. Román también se trajo de secretario a un chico de la familia Palau, nadie sebe que se ha hecho o no se da razón. El pobre Mn. Arasa fue también víctima de Román cuando era párroco en Flix: a quince días de su ordenación se la retrasó dos años… De todo esto también hay que sacar conclusiones: Carles, si no hubiera sido por la sede, nunca hubiera llegado a Cardenal, lo mismo que Martínez (n.s.b.a.), que recuerden, no estaba en la lista. Carles también cometió el error de fiarse de Carrera; yo diría que la peor “época carlista” fue esta. Y es que Carles no dio acierto con las personas. Otro personaje importante y del que “fiaba” Carles en el concilio Tarraconense era Estruch, un protestante, que a mí no me consta se haya hecho católico. Yo aconsejaría a Carles que deje de maquinar, mirase la valentía de Benedicto XVI que el caso de pederastia propone los tribunales civiles (Carles resolvió el problema de la Casa de Santiago, tarde y mal, aconsejado por Carrera y Benito, pagando los platos rotos el de “les Olivotes”) y mirara la iglesia catalana y la renovación que se hacho: ha sido nula. Problemas como el de los abortos o del proyecto de ley sobre los lugares de culto merecerían una atención muy especial de nuestros pastores; y yo les advierto que no habrá renovación mientras no formen seriamente a sus sacerdotes y los saquen de la facultad de Teología; Traserra los manda a Roma: pues tomen nota. Espero que también Salinas esté más por la labor: en este ir y volver de Lérida tenía a todos un tanto engañados: El día de Corpus hizo presidir a Carles en Tortosa creyendo todos que estaría en Lérida; pues no, apareció en Morella con la familia Polo que ha copado el obispado de Tortosa. Yo creo que para salvar una línea determinada no se debe canonizar a gente que sea simpática a la línea sino obrar siempre en conciencia y objetividad.

 

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