CARTAS AL DIRECTORIO - Diciembre 2008
Agradecemos las múltiples muestras de apoyo. También las críticas. No las publicaremos aquí. Este espacio lo reservamos para vuestros "artículos". Vuestras aportaciones, que, sin ser periódicas, sí compartan vuestras experiencias, conocimientos, alegrías y tristezas en vuestra/nuestra Iglesia. En catauña o en cualquier otro lugar. Lo único que pedimos es que respeten las cuatro máximas: Constantia, meritum, fortitudo, fidelitas.
Todo esto lo podeis enviar a:
El molesto anonimato
Hace poco, escuchaba a un ex presidente del Gobierno que, con la confianza que su populismo demagógico le permite, tuvo a bien informarnos en estos momentos de crisis, en los que la situación de muchas familias es dramática, de algo que no sabíamos. Vino a decir algo así: los tiempos de crisis también son una buena oportunidad para la inversión. Cuanta razón tiene este buen hombre. Las de casas, pisos y negocios que podrán comprar, sus amigos. Es un buen momento para que se aprovechen de la ruina de tantas personas, así como para aprovecharse de la buena disposición en que muchas personas se encuentran, para hacer cualquier cosa.
Esto lo digo, porque tengo un problema que reconozco que debe de ser algo muy, pero que muy serio. Es curioso, pero por ejemplo, cuando veo las noticias, y sin ir más lejos, veo y escucho a los políticos, bueno, pues por mucho que me esfuerce no los veo anónimos. Lo intento, pero nada, no hay manera. La cara, la voz y lo de siempre; mentir, engañar,… como cocodrilos. Y lo peor del asunto es que el decir y el hacer de estos descarados, lo pagan los más pobres. Pero nada, ahí están, y no percibo un malestar especial en el hecho de que no sean anónimos, ni conozco alguna acción legal hacia esta gente tan conocida. Parecen decirnos ellos y sus compinches: tontos, tontos, tontos. Y además, nos saquean. Pero que vamos a hacer, ¡cómo no son anónimos! A lo mejor es que a estos que tanto les molesta el anonimato de Germinans, encandilados por la belleza oral y visual de nuestros políticos y gentes del buen vivir, esperan encontrar un filón escondido entre los miembros Germinans y exigen que se den a conocer, o que desaparezcan ya que les desespera la curiosidad.
He puesto el ejemplo de la transparencia gubernamental y política, pero si nos atenemos a lo estrictamente eclesial, tres cuartos de lo mismo y un poco más. Quién no ha reconocido el rostro o/y la voz de algunos de nuestros progres eclesiásticos en algunos programas de televisión o de radio, donde suelen ser muy bien recibidos. O quien no ha visto sus nombres en la prensa escrita donde se expresan a las mil maravillas. Ahí están. A nadie ocultan su “rostro”(a Dios seguro que no), su voz y sus ideas, y sin embargo; son presentados como católicos.
Pero esto pasa por no guardar el anonimato, y me explico: Hay alguna tertulia de estas, de tres o cuatro tertulianos, en las que uno de ellos es presentado como sacerdote y profesor de facultad católica, o sacerdote y periodista o como teólogo o como religioso o como católico de compromiso; lo que sea, de estos que todos conocemos. Pues bien, estoy seguro que si esta presentación no se hiciera, y como experimento llamaran a una persona totalmente imparcial y le preguntaran cual de ellos es el sacerdote, aquel que ha sido formado y autorizado para hablar en nombre de la Iglesia; o simplemente cual es el que representa a la Iglesia, estoy seguro que no acertaría. De hecho, estoy convencido de que si por ejemplo, los tertulianos fueran tres y se le dieran tres oportunidades para identificar al católico, amenazándole con que en ello le iba la vida, estoy seguro que nuestro ingenuo conejillo de indias sería capaz de repetir un nombre dos veces, por si se hubiera equivocado, antes que identificar a nuestro progre y/o nacionalista, católico.
Gracias a Dios, tengo entendido que al menos en alguna ocasión, el Cardenal ha llamado la atención a alguno de estos “buenos y sufridos” “hijos de la Iglesia”. No sé si habrá servido para enmendarse, pero a gente como a mí, esta acción nos ha ayudado para aclararnos y saber donde estamos. Porque es que además, los personajes aparecen revestidos de autoridad académica, moral, teológica o de cualquier otro tipo, y cualquiera los pone en duda.
A mí no me cuadran las cosas cuando algunos pretenden cebarse tanto en el anonimato de Germinans. Pero ¿a quién quieren engañar? Si Germinans fuera progre o se hiciera en catalán, no sería molesto y el anonimato como problema, sería poco más que un entretenimiento para chismosos.
Es curioso que a los que les molesta el hecho del anonimato e incluso lo encuentran inmoral, no les molesten todos estos que para nada ocultan su cara y su nombre, y que del mentir y corromper, han hecho su oficio.
El anonimato no afecta, necesariamente, al contenido de lo que se dice. La veracidad o no de lo que se dice podrá ser más o menos “certera”, pero lo que me parecería un insulto, a la inteligencia de los mismos que critican el anonimato de Germinans y lo siguen leyendo, es decir que Germinans no es, por lo general, veraz. Si con el anonimato de Germinans se difundieran mentiras, nunca hubiera tenido la importancia que está teniendo. Pero lo más gracioso de Germinans es que la autoridad o fiabilidad de lo que Germinans dice, no la da el autor de un escrito sino la gente que los leemos, ya que todos estamos en el asunto, en el ambientillo eclesial, y sabemos que lo que se dice tiene su fundamento. Por esto, si se dijeran mentiras o disparates, hace tiempo que ya hubieran cerrado.
El anonimato no es tan inmoral como algunos pretenden: “para Germinans”. No son pocas las votaciones que se tienen que hacer en secreto, para que salga el verdadero decir de la gente. Es frecuente recurrir al anonimato para que salgan ciertas cosas, que públicamente alguien no se atrevería o no podría decir. Ciertamente detrás del anonimato se pueden esconder calumniadores, pero también es verdad que tras el anonimato se pueden esconder los débiles, los marginados y los injustamente perseguidos por algún tipo de tiranía o maldad. Ya ha salido más de un escrito en el que se denunciaban cosas y personas denunciables, y que de otro modo, nunca hubieran salido a la luz o lo que es mucho peor, no se le daría importancia. Si son mentiras que se desmientan, y si molesta: o se soluciona o se lava uno las manos o se hace uno cómplice.
Algunos pretenden ningunear la autoridad que pueda tener el anonimato de Germinans, pero es por la simple razón de su contenido. Por lo general son los que no se escandalizan, todo lo contrario, de estos otros que día sí y día también, desde el seno de la Iglesia, difunden en los medios de comunicación, todo tipo de cizañas y discordias contra la Iglesia; contra lo que enseña, anuncia y denuncia. Estos parecen tener vía libre.
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¿Que cuesta quedar bien?
Con la convocatoria del encuentro de familias para la fiesta de la Sagrada Familia, en Barcelona se ha quedado a la altura del betún. Y sobre todo nuestro Sr. Cardenal. Que podría dejarse aconsejar o si ha dejado aconsejar mejor le valdría cambiar de consejero.
Había tantas maneras de hacer lo mismo y quedar bien. Le propongo algunas:
1.- Haber convocado en el mes de septiembre un encuentro de familias en Barcelona para el 28 de diciembre. La familia es objetivo prioritario de nuestro plan pastoral. Si lo es prioritario, tendría que haber sido prioritaria la convocatoria y no a remolque de Madrid (al adelantarse a la convocatoria de Madrid nada hubiera pasado).
2.- Una vez convocado el Arzobispado de Madrid: haber convocado a la tarde en Barcelona, eso si dejando libertad para asistir a la de Madrid y fletando algún autocar a Madrid (se hubiera quedado como un señor como el de Valladolid o el de Santiago).
Pero nada lo que se quería era expresar una medida de fuerza y ruptura con el arzobispado de Madrid. Pues nada adelante, al que te puede ayudar muérdele la mano. Y por el contrario estréchasela a tu enemigo, ya veras que te pasa.
Y todo es de cartón piedra, porqué que nadie piense que en Barcelona la gente irá al encuentro: para nada, ni un cartelito, eso si unos libritos para el encuentro de familias en Méjico. Fantástico. Pero no se entiende que no se fletará desde la delegación de familia un autocar para ir al encuentro de Valencia y ahora se quiera ir al de Méjico. Al de Valencia con 30€ se iba y venía a Méjico con 3000€ pero da igual. Y por cierto a Méjico no va el Papa. ¿No será esa la razón por la que ahora se potencia este encuentro?
Nada que las cosas cuando se hacen de corazón se notan y salen bien y cuando se hacen para quedar bien entonces también se ve, y a estas alturas ya nos engañamos nadie.
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23/12/2008 por Dormilón
El Vaticano II va calando.
Escribo para felicitaros, porque es muy interesante el proyecto de “alerta catolica” que algunos seglares están poniendo en marcha y que habéis dado a conocer en el artículo del Directorio de Mayo Floreal del 4/12/2008. He leído lo que podrían ser sus constituciones y reglas, y me ha parecido que es un fruto más del Concilio Vaticano II.
A diferencia de tantas y tantas arbitrariedades y caprichos litúrgicos y doctrinales, que se han hecho y se hacen, apelando a un muy subjetivo e ideologizado espíritu del Concilio, esta iniciativa se basa en la letra y en el espíritu de la Iglesia real y en sus documentos. Textos y artículos del Vaticano II y de documentos postconciliares lo fundamentan, y espero que desde el Magisterio se de algún tipo de refrendación.
Los seglares católicos tienen derechos en la Iglesia, y con esta iniciativa pueden reclamar muchos de ellos, frente a los abusos y a los caprichos subjetivos de muchos sacerdotes y de sus círculos afines, que despóticamente imponen e imparten unas prácticas y unas doctrinas, que no pertenecen a la Iglesia en la que se han bautizado y a la que pertenecen.
Confiemos en que el profesor de la Facultad de Teología de Sant Pacià, que imparte la asignatura de Concilio del Vaticano II, sea capaz de mostrar las posibilidades reales de Concilio. Mn. Domingo, en vez de dedicarse a mostrar su bilis política, que a nadie le importa y menos a sus alumnos, tiene todo un mundo por descubrir con estas iniciativas que los seglares, fieles a la Iglesia, van llevando adelante. ¡Ánimo!
*N.de R.: Por si hubiese alguna duda, aclaramos que alerta católica es un proyecto que a Germinans germinabit nos parece bueno y loable pero del cual no formamos parte.
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NO-DO
Tengo un amigo que hace poco entró por primera vez en Germinans, y al entrar le sorprendió esas explicaciones sobre las acrobacias que hay que hacer, en según que sitios, para entrar en Germinans. Yo le comenté que eso venía a cuento de esa tendencia natural de la nacional progresía, a acallar ciertas voces, para que las suyas fluyan con plena “libertad”. Es un ejercicio de libertad progre, de esa que en España, algunos estamos contemplando boquiabiertos. Le dije que como es natural, no siempre se ejerce de la misma manera; depende del grado de poder que tenga el progre censor. Así, si tienen mucho poder como en el caso de la Generalidad, intentan, por las buenas, además de ningunear en el mejor de los casos, digo que procuran cerrar o prohibir a aquellos que les puedan crear interferencias para “su” unívoca libertad de expresión. Pero cuando el poder no es tan poderoso, como en el caso del Rector del Seminario de Barcelona, hacen como los niños pequeños, que tapándose los ojos y las orejas, actúan como si no existiera aquello que les incomoda a su libre hacer.
A mí, el tema de la censura es algo que no me molesta por ella misma. Sé que hay censuras y censuras, y me parece una manipulación malévola, muy propia de la demagogia progre, meterlo todo en el mismo saco para preparar un cóctel al uso y gusto de sus malévolos y poderosos intereses. Cuántos males, abusos, sufrimientos, degeneraciones y corrupciones se podrían impedir con censurar ciertos contenidos televisivos, de Internet y de los quioscos, haciéndolos de muy difícil acceso. Pero esto es políticamente incorrecto y la dictadura del prohibido prohibir (las malas semillas) se impone, y de qué manera. Se impone la hipocresía progresista, siempre atenta a “sus” problemas sociales, de fachada “niño bien”, que no tiene ningún escrúpulo para inmolar los más débiles e indefensos, al diocesillo libertinaje y al más fuerte.
Estos que quieren cerrar la poderosa COPE, anular a la Iglesia, estos progres que viven de los medios de comunicación públicos y, trabajando, de los privados, son unos artistas de libertad. Cuando hablan de la eutanasia, del aborto, del libertinaje sexual me recuerdan a aquellos trolls de la serie de dibujos de David el Nomo que moqueando y babeando se chupaban el dedo. Quién les llevaría la contraria, tan felices que se encuentran. Leía estos días el libro de Maurece Caillet “Yo fui masón”, y comentaba como, aún dándose cuenta de la cantidad de casos de impotencia y de frigidez sexual que por los anticonceptivos (precocidad, consumo,…) se provocaba en los adolescentes y jóvenes, no tenía valor para decirlo. Era un prestigioso médico avanzado, y uno de los responsables en Francia de todo esto, en aquellos primeros tiempos de anticonceptivos y abortivos modernos; y no daba a conocer estas constataciones por miedo a parecer políticamente incorrecto en sus círculos sociales.
Por mucho que la demagogia progre engañe, la censura (cuando ellos censuran debamos entender que no censuran sino que luchan por la verdad y la libertad) no está reñida con la libertad. Y negar a los otros el derecho de censura, es negar un ejercicio de libertad social e individual.
Ciertamente no es de la misma naturaleza un tema como el de la pornografía y la crueldad, y un tema como el de las ideas o las noticias, aunque todo puede formar parte de adoctrinamiento. Y en esta línea, por mucho que les moleste a la feroz progresía, no es lo mismo que la censura o la promoción de lo que se trate, tenga que ver con niños, que con adolescentes, que con jóvenes que con adultos. Para según que cosas y para según que personas, el censor o promotor ha de saber estar en su sitio.
Creo yo, que el hecho de que en el Seminario de Barcelona, a seminaristas y ¡trabajadores!, ridículamente, se les intente bloquear el acceso por Internet a según que medios de información como Germinans y afines; muestra simplemente una anormalidad. Me atrevo a opinar, que tras esta ridícula actitud del Rector, no se esconde otra cosa que el enfermizo intento de demostrarse a sí mismo, dada su natural soberbia, que domina la situación, ya que parece tener necesidad de poder. Tal vez sea una anomalía de su persona o tal vez está perdiendo los papeles, pero lo que no se puede negar es lo absurdo del tema. Me parecería mal que, a los seminaristas, facilitará el acceso o que lo promocionara, reconozco que Germinans no es muy recomendable para quien pretenda una impoluta vida espiritual (algunos nos estamos cubriendo de lo que no es gloria, precisamente), y él es responsable de la formación de los futuros capellanes. No obstante, resulta más que rara esta actitud del Rector del Seminario.
Pero ya que tan puesto está, creo que sería interesante conocer si, al menos, es coherente en su ridícula actitud. Ya puestos, eclesialmente hablando, creo que habría unos mínimos para hacer estas cosas, y que algunos son muy claros en nuestra diócesis de Barcelona. Así, dada la heterodoxia y la continua crítica destructiva para con la Iglesia Católica, que va más allá de la pluralidad natural en el seno de la Iglesia; dada por tanto, la actual condición de algunos grupos que actúan en el seno de la Iglesia, como: Anticristianos del Segle XXI, Iglesias Plural, Alsina, Prego, forúnculo Oriol, Unió y redes anticristianas y otros de sobra conocidos; digo que dada la actual naturaleza de dichos grupos, me pregunto si para estos también se ha puesto el filtro en los ordenadores del Seminario. Para no ser mal pensado, imagino que el celoso y paternal Rector habrá sido suficientemente meticuloso a la hora de elaborar la lista negra. Si es así, reconozco “cierta” coherencia, aunque sin felicitarle para nada, ya que no le quita miga al asunto.
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¿Qué imagen de sacerdocio se imparte en el Seminario de Barcelona?
Está claro que aquellas palabras del rector del Seminario de Barcelona, Mn. Turull: formaremos sacerdotes según el sentir de Barcelona, sigue adelante. En aquella ocasión, se le dijo, que hay que formar a los sacerdotes en el sentir de la Iglesia católica, pero se contempla, día a día que eso no va con el actual Seminario.
Es verdad que se utilizan alzacuellos y camisas negras, aquellos que se ordenaron de corbata o hicieron pública manifestación en contra de las prendas eclesiásticas; Pero, en verdad, sus ideas son las mismas.
Para saber lo que imparten solo hace falta mirar quien lo imparte. El reciente artículo sobre el curso de pastoral así lo manifiesta. Con cuellos altos y polos descamisados. Se podría argumentar que la forma de vestir no dice nada y hasta cierto punto es verdad, pero los que conocemos a los docentes sabemos bien que idea de sacerdote imparten.
Como mínimo se podría decir que ese curso de pastoral no recoge la diversidad de la iglesia barcelonesa ni catalana. Casi todos los profesores regentan en revisiones de vida, asociadas con grupos de presión, como los foros Sant Josep Oriol o la revista Foc Nou. Faltan tantos nombres vetados en este curso porque hablan de fidelidad a Jesucristo y a la Iglesia. Ni un sacerdote de la Prelatura, ni de ningún movimiento: neocatecumenales, carismáticos,... Ningún sacerdote vinculado a hermandades sacerdotales fieles a la Iglesia. Ningún doctor en espiritualidad sacerdotal católica, ningún doctor en liturgia, ningún doctor en historia. Solo amigos, amiguetes y demás camarilla para lavar el cerebro a los futuros sacerdotes e inculcar una forma parcial de sacerdocio, tan alejada de la realidad que vive nuestra Iglesia católica. Y ese curso se completa con otro impartido por el mismo seminario de Barcelona con asimilables rasgos. Es verdad aparecen Mn. Cristau, un mal menor, hablando de penitencia, cómo podría hablar de cualquier otra cosa.
¿Cómo se permiten estos excesos? ¿Cómo se habla de pluralidad? Vivimos en la iglesia barcelonesa en un soviet dominado por el partido, y los que no la piensan igual solo tienen una salida: el exilio físico (que tantos han tomado) o espiritual (encerrados en sus parroquia y vicarías).
Desde la resistencia católica seguiremos proclamando la mentira que encierra la mal utilizada expresión “iglesia de comunión”: “o comulgas con mis ideas o...” serás proscrito, arrinconado, menospreciado. Siento decir que eso no es comunión. La comunión se da cuando nos movemos solo por el amor a Jesucristo y no por ideologías. Desgraciadamente la formación de los futuros presbíteros es una formación no en el amor a Jesucristo y a su Iglesia sino sumamente ideologizada, y así nos luce el pelo...
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NO-DO
Tengo un amigo que hace poco entró por primera vez en Germinans, y al entrar le sorprendió esas explicaciones sobre las acrobacias que hay que hacer, en según que sitios, para entrar en Germinans. Yo le comenté que eso venía a cuento de esa tendencia natural de la nacional progresía, a acallar ciertas voces, para que las suyas fluyan con plena “libertad”. Es un ejercicio de libertad progre, de esa que en España, algunos estamos contemplando boquiabiertos. Le dije que como es natural, no siempre se ejerce de la misma manera; depende del grado de poder que tenga el progre censor. Así, si tienen mucho poder como en el caso de la Generalidad, intentan, por las buenas, además de ningunear en el mejor de los casos, digo que procuran cerrar o prohibir a aquellos que les puedan crear interferencias para “su” unívoca libertad de expresión. Pero cuando el poder no es tan poderoso, como en el caso del Rector del Seminario de Barcelona, hacen como los niños pequeños, que tapándose los ojos y las orejas, actúan como si no existiera aquello que les incomoda a su libre hacer.
A mí, el tema de la censura es algo que no me molesta por ella misma. Sé que hay censuras y censuras, y me parece una manipulación malévola, muy propia de la demagogia progre, meterlo todo en el mismo saco para preparar un cóctel al uso y gusto de sus malévolos y poderosos intereses. Cuántos males, abusos, sufrimientos, degeneraciones y corrupciones se podrían impedir con censurar ciertos contenidos televisivos, de Internet y de los quioscos, haciéndolos de muy difícil acceso. Pero esto es políticamente incorrecto y la dictadura del prohibido prohibir (las malas semillas) se impone, y de qué manera. Se impone la hipocresía progresista, siempre atenta a “sus” problemas sociales, de fachada “niño bien”, que no tiene ningún escrúpulo para inmolar los más débiles e indefensos, al diocesillo libertinaje y al más fuerte.
Estos que quieren cerrar la poderosa COPE, anular a la Iglesia, estos progres que viven de los medios de comunicación públicos y, trabajando, de los privados, son unos artistas de libertad. Cuando hablan de la eutanasia, del aborto, del libertinaje sexual me recuerdan a aquellos trolls de la serie de dibujos de David el Nomo que moqueando y babeando se chupaban el dedo. Quién les llevaría la contraria, tan felices que se encuentran. Leía estos días el libro de Maurece Caillet “Yo fui masón”, y comentaba como, aún dándose cuenta de la cantidad de casos de impotencia y de frigidez sexual que por los anticonceptivos (precocidad, consumo,…) se provocaba en los adolescentes y jóvenes, no tenía valor para decirlo. Era un prestigioso médico avanzado, y uno de los responsables en Francia de todo esto, en aquellos primeros tiempos de anticonceptivos y abortivos modernos; y no daba a conocer estas constataciones por miedo a parecer políticamente incorrecto en sus círculos sociales.
Por mucho que la demagogia progre engañe, la censura (cuando ellos censuran debamos entender que no censuran sino que luchan por la verdad y la libertad) no está reñida con la libertad. Y negar a los otros el derecho de censura, es negar un ejercicio de libertad social e individual.
Ciertamente no es de la misma naturaleza un tema como el de la pornografía y la crueldad, y un tema como el de las ideas o las noticias, aunque todo puede formar parte de adoctrinamiento. Y en esta línea, por mucho que les moleste a la feroz progresía, no es lo mismo que la censura o la promoción de lo que se trate, tenga que ver con niños, que con adolescentes, que con jóvenes que con adultos. Para según que cosas y para según que personas, el censor o promotor ha de saber estar en su sitio.
Creo yo, que el hecho de que en el Seminario de Barcelona, a seminaristas y ¡trabajadores!, ridículamente, se les intente bloquear el acceso por Internet a según que medios de información como Germinans y afines; muestra simplemente una anormalidad. Me atrevo a opinar, que tras esta ridícula actitud del Rector, no se esconde otra cosa que el enfermizo intento de demostrarse a sí mismo, dada su natural soberbia, que domina la situación, ya que parece tener necesidad de poder. Tal vez sea una anomalía de su persona o tal vez está perdiendo los papeles, pero lo que no se puede negar es lo absurdo del tema. Me parecería mal que, a los seminaristas, facilitará el acceso o que lo promocionara, reconozco que Germinans no es muy recomendable para quien pretenda una impoluta vida espiritual (algunos nos estamos cubriendo de lo que no es gloria, precisamente), y él es responsable de la formación de los futuros capellanes. No obstante, resulta más que rara esta actitud del Rector del Seminario.
Pero ya que tan puesto está, creo que sería interesante conocer si, al menos, es coherente en su ridícula actitud. Ya puestos, eclesialmente hablando, pienso que habría unos mínimos para hacer estas cosas, y algunos creo que son muy claros en nuestra diócesis de Barcelona. Así, dada la heterodoxia y la continua crítica destructiva para con la Iglesia Católica, que va más allá de la pluralidad natural en el seno de la Iglesia; dada por tanto, la actual condición de algunos grupos que actúan en el seno de la Iglesia, como: Anticristianos del Segle XXI, Iglesias Plural, Alsina, Prego, forúnculo Oriol, Unió y redes anticristianas y otros de sobra conocidos; digo que dada la actual naturaleza de dichos grupos, me pregunto si para estos también se ha puesto el filtro en los ordenadores del Seminario. Para no ser mal pensado, imagino que el celoso y paternal Rector habrá sido suficientemente meticuloso a la hora de elaborar la lista negra. Si es así, reconozco “cierta” coherencia, aunque sin felicitarle para nada, ya que no le quita miga al asunto.
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