¡Viva la Navidad! (30/12/2011)
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REGIONI RIPARTIZIONI GEOGRAFICHE |
2008 (Per 10.000 abitanti) |
Posto in graduatoria al 2008 |
Piemonte |
13,2 |
3 |
Valle d'Aosta/Vallée d'Aoste |
15,7 |
1 |
Lombardia |
11,4 |
7 |
Liguria |
14,2 |
2 |
Trentino-Alto Adige |
11,3 |
8 |
Bolzano/Bozen |
10,4 |
10 |
Trento |
12,2 |
4 |
Veneto |
9,4 |
11 |
Friuli-Venezia Giulia |
11,6 |
6 |
Emilia-Romagna |
11,7 |
5 |
Toscana |
11,3 |
9 |
Umbria |
6,3 |
16 |
Marche |
7,9 |
13 |
Lazio |
9,2 |
12 |
Abruzzo |
7,0 |
15 |
Molise |
5,1 |
19 |
Campania |
5,2 |
18 |
Puglia |
4,9 |
20 |
Basilicata |
3,7 |
22 |
Calabria |
4,2 |
21 |
Sicilia |
7,2 |
14 |
Sardegna |
5,8 |
17 |
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Nord-ovest |
12,2 |
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Nord-est |
10,7 |
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Centro |
9,4 |
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Centro-Nord |
10,9 |
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Mezzogiorno |
5,7 |
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Italia |
9,1 |
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El ISTAT (La agencia estatal italiana de Estadística elabora los datos sobre base 10.000 habitantes. Para hacer la comparativa con los españoles hay que dividir el índice entre 10).
Parejas de la parroquia de Sant Josep de Mataró que en 1985 celebraron sus bodas de plata
Artículo publicado por César Martín, el 19/08/2011, en la revista "El 3devuit" de Vilafranca del Penedès. El escrito ha sido enviado personalmente por el autor a nuestra página web (omnesdicamus@gmail.com)
Santa María de Vilafranca: el secuestro de cada año
Se acerca la Fiesta Mayor y con ella, como un parásito cada año más enquistado, la izada de esteladas en las torres de la basílica de Santa María.
Lo que inicialmente fue un acto clandestino ha pasado a ser un rito de la llamada "Fiesta Mayor Alternativa", anunciado públicamente, presenciado por cientos de personas y envuelto de una parafernalia cada vez más elaborada. Al paso que vamos no sería extraño que bien pronto la ceremonia se integre en el programa oficial, de manera que las autoridades locales y algún invitado ilustre puedan hacerse la foto de rigor con los patriotas escaladores y que incluso los presbíteros de Santa María, en justa gratitud a su colaboración con la causa, tengan también su momento de gloria bendiciendo la estelada para que llegue santificada a las alturas.
Y es que no debe olvidarse que si la estelada sube año tras año hasta las torres de la basílica es gracias a la confluencia de dos comportamientos. En primer lugar, naturalmente, es precisa la iniciativa de un grupo dispuesto a ocupar abusivamente un espacio y unos símbolos que no son suyos. Pero también resulta imprescindible el consentimiento expreso o tácito de aquéllos que por su cargo deberían de ser los primeros en proteger la integridad y la función del edificio, es decir, del párroco y de los sacerdotes de Santa María.
No soy un "hombre de iglesia", pero he sido educado como católico y conozco y respecto el mensaje de Cristo. Este mensaje, en relación a la cuestión que ahora nos ocupa, aparece bien claro en la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Ya el profeta Isaías escribió: "Y a los extranjeros que se han unido a mí (...) Yo les haré entrar en mi montaña sagrada (...). Aceptaré en mi altar sus holocaustos y sacrificios, porque mi templo será llamado 'casa de oración para todos los pueblos'" (Is, 56, 6-7), palabras que repitió literalmente el mismo Cristo, como testifican Mc 11, 17 y, con pequeñas variantes, Mt 21, 13 y Lc 19,46.
Esta idea básica fue desarrollada teológicamente en la Epístola a los Gálatas: "Todos vosotros, por la fe, sois hijos de Dios en Jesucristo (...). Ya no hay judío ni griego (...) todos sois uno en Jesucristo. Y si vosotros sois de Cristo, también sois descendientes de Abraham, herederos de la promesa" (Ga 3, 26-29), donde San Pablo marca un punto de no retorno en la historia del cristianismo: el momento en que deja de ser la religión de una sola nación, Israel, hasta entonces "el pueblo elegido", y se transforma en otra de vocación universal, que es tanto como decir católica.
Las esteladas presidiendo la basílica son la expresión del secuestro de Santa María por los mercaderes de una ideología política. Durante unos días dejará de ser la "casa de oración para todos los pueblos" que predicó Jesús. No tendrá derecho a llamarse católica, porque no será la iglesia de todos aquellos que "son de Cristo" . Sólo será el rehén de los nacionalistas catalanes. Todo ello ante la tolerancia de un párroco y de unos sacerdotes que en vez de servir a su Iglesia probablemente preferirán hacer aquello otro de que también hablan las Escrituras: lavarse las manos.
He leído el escrito de Antoninus Pius (12/10/2011) sobre Mn. Boix y me gustaría añadir algunos comentarios y valoraciones del mismo. En primer lugar me ha sorprendido que, acostumbrados a la buena documentación fotográfica a la que nos tiene acostumbrados Germinans publique una fotografía a blanco y negro y de poca calidad sobre el finado. Es por ello que me he permitido la libertad de enviarles esta fotografía a color por si quieren aprovecharla. En ella pueden ver a Mn. Boix hablando por su telefóno móvil, también pueden observar que lleva corbata, siguiendo el patrón de este tipo de sacerdotes, que visten de paisano, como en la fotografía que publicaron, pero que cuando participaban de algún acto importante se ponían la corbata como si se tratara de un director general de la Generalitat de Catalunya.
No soy nadie para juzgar a un sacerdote en su totalidad, además espero que en el último momento hubiera hecho un buen acto de conciencia antes de entregar su alma a Nuestro Señor. De hecho me llena de esperanza las palabras que escribió antes de morir en las que hay un reconocimiento de sus debilidades: "Sé que me espera un Padre bondadoso y que, aunque mi vida haya tenido momentos de debilidad, me dará un gran abrazo y me invitará a un gran banquete para celebrar la fiesta de mi llegada". Lo único que quiero valorar es la actitud de este sacerdote y de otros similares, en una determinada época, momento en que se fraguó la hecatombe diocesana que vivimos en Barcelona.
Me extraña que en el escrito de Antoninus Pius no se haga mención de que Mn. Boix fue presidente de la "Unió Sacerdotal" en sus momentos de máximo esplendor. Estoy hablando en los tiempos del cardenal Jubany en que la Unió Sacerdotal capitalizaba todos los cargos diocesanos y ser presidente de ese "lobby" era un cargo determinante en el gobierno de la diócesis y en la forma de hacer pastoral de aquella época. Él mismo fue vicario episcopal, como tantos otros miembros de la "U", en aquel tiempo en que empezaron a hacerse verdaderas barbaridades litúrgicas, sacramentales, doctrinales... Recuerdo que en una ocasión me acerqué a mi párroco, que no era especialmente progresista, y le recriminé que celebrara el sacramento de la penitencia en la parroquia con absolución colectiva, su respuesta fue la siguiente: "Si mi Vicario Episcopal, que es el máximo representante del obispo en nuestra zona, lo hace en su parroquia, porqué no tengo que hacerlo yo". Ese es quizá el principal "pecado" de estos dirigentes de la Unió Sacerdotal que influenciaron en toda una generación de sacerdotes para que siguieran su ritmo y su estilo.
Afortunadamente las cosas han cambiado, hoy ser presidente de la "Unió Sacerdotal" no sirve para nada, actualmente lo es Mn. Brustenga, a quien el mismo cardenal Sistach ha tenido que retirar y degradar de la parroquia de San Ramón Nonato donde estaba, por los escándalos ocasionados. No tuvieron más remedio que elegir a Mn. Brustenga, no por sus méritos o capacidades, sino porque es uno de los "jóvenes" de la "U", es decir de los que no llegan a los ochenta años.
También he encontrado otra omisión en el escrito de Antoninus Pius, y es que en las campañas de desprestigio y derribo del cardenal Carles, no sólo estaba la parroquia de San José Oriol de Mn. Boix, también estaba la parroquia del Pino, con otro capitoste de la Unió Sacerdotal y también ex-vicario episcopal del cardenal Jubany Mn. Batlles. Fue en esa parroquia donde empezó a editarse "El Pregó" la revista oficial de la disidencia al cardenal Carles, en la que se dejaba de vuelta y media al entonces arzobispo y a sus principales colaboradores. Actualmente Mn. Batlles tiene más de 90 años y cuando cumplió los 90, ya se le hizo un homenaje en Montserrat con la presencia del ya fallecido obispo Joan Carrera y también con telegrama de apoyo, como no, del obispo de Urgel, Joan Enric Vives. El día en que el Señor lo llame a su Reino, estoy convencido de que la ceremonia de despedida será todavía más solemne que la del propio Mn. Boix.
La CRUZ (1) |
Fueron bastantes las lindezas con que nos obsequiaron los democráticos enamorados de la cultura de la muerte. Intensamente, furiosamente abrazados a la muerte. Es su opción, claro está, pero en unas pocas, poquísimas píldoras como “ nosotras parimos, nosotras decidimos ”, “ aborto libre y gratuito ”, sin un gramo de doctrina detrás de los eslóganes. Es curioso que empleen el pareado que hace rimar “parimos” con “decidimos” porque “abortamos”, que es lo que pide la coherencia, no rima. Así de sólida es la doctrina que corean. Tan sesudos, tan sesudas, y no caen en la cuenta de que “parir” es exactamente lo contrario de “abortar”, que es lo que quieren reivindicar. O ¡a saber lo que quieren!
Otro eslogan que coreaban y tan cerca los tuve que prácticamente me lo escupían a la cara, era: “ estamos hartas de curas pederastas” . Otra vez la rima hacía que oyésemos coreado por gruesas voces varoniles el “ estamos hartas ”. Ganas tenía de decirle al que me gritaba a la cara ese eslogan, que yo también estoy harto de curas pederastas, y los buenos católicos más que nadie. ¿O se piensan acaso que nos encanta eso? A ellos y a ellas sí que les encanta que haya curas pederastas, y cuantos más, mejor, porque es la mayor carga de profundidad que han lanzado contra la línea de flotación de la Iglesia. En fin, que ni están hartas/os de curas pederastas, sino todo lo contrario, ni lo que ellas deciden es parir. Pero bueno, es tan sólida y profunda su doctrina, que no les hace duelo sacrificarla a una buena rima.
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La CRUZ (2) |
Bueno, es que este último 25-V, el de septiembre, fue de aúpa. Iniciábamos curso con algunas innovaciones de gran calado: por empezar, las que hasta ahora se llamaban concentraciones o veladas por la vida, pasan a llamarse “Marcha por la vida”, primero porque realmente es una marcha, que va desde el Hospital de San Pablo hasta la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia. Y segundo, porque ésta es la denominación más antigua y más extendida mundialmente: de hecho una auténtica marca de los actos de reivindicación del derecho de los no nacidos. Por eso hemos querido adherirnos a esta denominación para alinearnos con el movimiento mundial por la vida.
Pero es que aún hay una motivación mucho más ambiciosa en relación con este nuevo formato de los 25-V, y es que será el ensayo y el esfuerzo continuo por convertir la Marcha por la Vida de Barcelona, en un referente y en un polo de atracción para todo el mundo. Claro que éramos sólo unas 200 personas, y eso no es una multitud. Claro que estamos en un territorio de una hostilidad que en momentos alcanza tintes épicos, por lo que el avance será mucho más lento: lo del mes de julio y lo de ayer fue un tráiler cuyo título podría muy bien ser “la Iglesia perseguida”. Se respiraba una atmósfera cargada de odio.
La CARA (1) |
Y sin embargo tenemos la obligación moral de luchar porque la “Marcha por la Vida” de Barcelona, además de ir tomando cuerpo, atraiga poco a poco a otras marchas por la vida que se celebran una vez al año. Eso es lo que nos hemos propuesto: que la Sagrada Familia ejerza su enorme poder magnético, de manera que cada año se incremente el número de defensores activos de la vida que deseen culminar su marcha en el templo de la Sagrada Familia. A eso aspiramos: a que la esplendorosa catedral del tercer milenio se convierta en el epicentro de la marcha mundial por la vida. No en vano la erigió el Papa en símbolo universal de la Nueva Evangelización. Y no en vano el primerísimo capítulo de ésta ha de ser el Evangelio de la Vida.
Y volviendo a la última celebración, hubo un grito que pretendía ser un insulto (aunque no insulta el que quiere, sino el que puede) que al tiempo que nos llenaba de orgullo, nos hundía en profunda preocupación. Nos llamaban “ultracatólicos”, y apañando su voluntarioso pareado, nos echaban del barrio: “ Ultracatólics, fora del barri ”. Según su primitiva cultura, el defender la vida es cosa de ultracatólicos. Y no es extraño que ésa sea su percepción, y que seamos nosotros los responsables de la misma: porque están acostumbrados a ver que los “católicos normales” pasan de este tema; ahí tenemos a los hospitales de la iglesia enfangados en el aborto sin que a nadie se le abran las carnes por el horror. Todos mirando para otro lado. Y por si no bastase el silencio de los más, ahí están la monja abortera promocionando el aborto en nombre de la iglesia, ataviada con sus hábitos monacales cuando sienta cátedra sobre el tema. Y como contrapunto, el cura que paga abortos y se ufana de ello. Un cura modélico ante su obispo y ante la sociedad laicista.
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La CARA (2) |
¿Qué tiene pues de extraño que los amigos de la cultura de la muerte, frustrados porque en vez de ser católicos normales, de los que les da todo lo mismo y por eso les gustan tanto; en vez de eso nos ven integristas, ultramontanos y ultracatólicos, y nos llaman basura para demostrarnos cuán profundamente nos desprecian? Pero créannos, lo que nos preocupa a los defensores de la vida, no es que nos desprecien a nosotros por defender la vida, sino que aprecien tantísimo a los católicos proabortistas (sí, católicos), a los católicos discretos y prudentes que no quieren meterse en política (porque han desertado del Evangelio de la Vida, que se han dejado arrebatar por los políticos); a los católicos, en fin, que avalan con su silencio las atrocidades de los que hacen y de los que aprueban e incitan. Eso es lo que nos preocupa: que a los forofos defensores del aborto les caigan tan bien y hasta les entusiasmen todos estos consentidores a los que ellos consideran “católicos normales”.
Así se explica que dispuestos como están a partir un piñón con los “católicos estándar”, estén dispuestos a partirles los piños a esos otros católicos impresentables que osan discutirles en el tema del aborto. Así se explica que agredieran con saña al bueno del padre Sellas, joven sacerdote de la congregación de Cristo Rey, del padre Alba, por el tremendo delito de ir con sotana, y encima a una marcha por la vida. Una sotana que intentaron arrancarle (el fajín sí se lo arrancaron, y le arrearon una buena patada a uno de sus acompañantes, un joven de la Unión Seglar). La sotana les pone furiosos: un burka en cambio, lo hubiesen visto con buenos ojos.Pero como somos así de optimistas, y como creemos que la causa de Dios está en manos de Dios, no descartamos que llegue el día en que, a semejanza de la vigilia de la Marcha de Washington, que reúne en la catedral a 5 cardenales, 40 obispos, 350 sacerdotes, 550 seminaristas y miles de fieles; confiamos en que a imagen y semejanza de lo que hace la Iglesia en Washington, algún día, en la vigilia de la marcha por la Vida de Barcelona, se reunirá en la basílica de la Sagrada familia todo el episcopado de la Tarraconense en pleno, con el Cardenal a la cabeza, para celebrar una solemnísima velada en una iglesia abarrotada por dentro y por fuera (sin corralitos propedéuticos que alejen a los fieles del templo). No perdemos la esperanza de ver esto algún día. Y estamos seguros de que la apoteosis no llegará de repente, sino que poco a poco se animarán nuestros obispos y nuestros sacerdotes a participar en la Marcha por la Vida.
¿Quién no conoce en Barcelona a Sor Genoveva Massip? Es una monja, con 87 años de vida, de los cuales ha dedicado 66 a practicar la caridad con una intensidad más allá de lo que estamos acostumbrados. Pertenece en efecto a la congregación de las Hijas de la Caridad, de San Vicente de Paúl. Su casa -y la de los menesterosos- que acuden a las monjas, está en la Barceloneta. Son todos ellos víctimas de exclusión social: los que la sociedad rechaza, sor Genoveva los acoge con amor. No los recoge como hacen otros servicios que no están inspirados en la caridad, sino que los acoge. Y hace que se sientan como en familia. Como si fuesen su verdadera familia. Son personas a las que ya no aguantan en su casa por sufrir trastornos mentales por los que no les internan; son alcohólicos que han convertido su vida en un infierno, y han condenado a él a los que tienen cerca; son enfermos de sida, son expresidiarios, son todos sin excepción gente de la calle, gente sin techo y sin recursos.
Sor Genoveva no lo hace todo, como tampoco lo hacía todo la Madre Teresa de Calcuta; pero como ella, es el alma de la casa. Su religiosidad (aunque el hábito no hace al monje, ella lo lleva), su alegría de vivir, su positivismo, la fe y la caridad que se transparentan en todos sus actos y con todas las personas que acuden en busca de ayuda; esas virtudes de Sor Genoveva se contagian al resto del personal de la casa y a los que ésta acoge, y finalmente imprimen carácter a toda la institución.
En la Obra Social Santa Luisa de Marillac, dar de comer a los desheredados que allí acuden no es sólo alimentarlos: es acogerlos, es ayudarles a socializarse, a compartir espacio e intereses, es darles amor. Es la marca de la casa; una marca con la que tiene mucho que ver Sor Genoveva Massip.
Hoy es noticia Sor Genoveva porque, como luz que luce en el candelabro, es percibida por toda la sociedad y da testimonio a favor de la Iglesia y de la fe de la que se nutre esta monja prodigiosa. Por eso, porque son muchísimos los que ven y admiran la fe y el coraje de esta Hija de la Caridad, también los políticos otorgadores de reconocimientos y galardones, han parado mientes en la extraordinaria labor de Sor Genoveva. En este caso ha sido Unió Democràtica de Catalunya el partido que ha decidido conceder este año a Sor Genoveva Massip la Medalla Carrasco i Formiguera “por sus más de 65 años de dedicación al ámbito social” (suena muy aséptico, porque las personas, sobre todo para una monja entregada a la caridad, son mucho más que un ámbito).
El galardón lo entregó en un acto protocolario el presidente del comité de gobierno de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que en su discurso hizo referencia a la "dimensión social" de Sor Genoveva Massip, de la Obra Social de Santa Luisa de Marillac. Pero Sor Genoveva -no lo sabemos- debía de estar ocupada con sus gentes, a las que considera mucho más importantes que el galardón. Así que delegó en la madre superiora Eduarda Vergara, responsable provincial de la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Las autoridades civiles ven en nuestras monjas un agente social que ayuda a aliviar las necesidades de la población más necesitada; pero nosotros vemos en ellas a personas consagradas al amor de Dios; y por el amor de Dios, al amor del prójimo. Por eso, porque siempre piden (o pidieron) “por el amor de Dios”, por eso nuestra lengua dio en llamarles “pordioseros”. En catalán no se recoge este matiz y se les llama simplemente “pidolaires”.
Queda en pie, de todo esto, un bello testimonio del amor de Dios. Un testimonio del que el mundo se da por enterado, pero llamándole solidaridad, acción social y todas esas cosas. Pero a quien en realidad tenemos entre nosotros es a otra Hija de la caridad, a otra madre Teresa de Calcuta, otra dulce madre de los pordioseros.
¿Son los 50 años de sacerdocio de nuestro cardenal la síntesis del sacerdocio católico-catalán en este medio siglo? Nuestro cardenal es, sin ninguna duda, el representante de mayor rango del sacerdocio católico en Cataluña. ¿Y qué tal?
Seguro que la curia le ofrecerá un estado de cuentas sacerdotales inmejorable. Ésa será la visión interesada del aparato curial. Pero señor Cardenal, seamos objetivos: en primer lugar cuando usted fue ordenado allá por el 1961, el clero catalán era jovencísimo. Don Gregorio Modrego, su remoto antecesor, tenía los seminarios abarrotados. En el XXXV Congreso Eucarístico Internacional se permitió el lujo de ordenar 840 sacerdotes; la ordenación más numerosa que se ha celebrado en la Iglesia católica. Fue en el estadio de Montjuich, ¿recuerda? Eran tiempos de fe, de esperanza y de caridad. Imagínese, el Dr. Modrego consiguió la donación de los terrenos sobre los que se construyó el barrio del Congreso y generosas aportaciones de otras familias barcelonesas, con lo que logró poner 560 viviendas muy económicas y muy dignas, todo un barrio modélico al alcance de los menos pudientes. ¡Qué tiempos aquéllos! Lo que pudo su antecesor el arzobispo Modrego, que reunió en torno al cardenal Tedeschini (no eran tiempos en que fuese fácil mover al Papa) más de un millón y medio de personas (señor Cardenal, ¿cómo lo ve al lado de los 250.000 fieles que reunió usted junto al Papa?). Y eso que el Dr. Modrego no empleó en hacerse querer por la autoridad civil ni la décima parte del tiempo que usted ha dedicado a tal menester. Y por supuesto, ni el menor atisbo de servilismo. El Dr. Modrego era mucho Dr. Modrego, y en él el poder civil respetaba profundamente a la Iglesia. ¡Qué tiempos aquéllos!
Permítame, Sr. Cardenal, que le cite unas bellas palabras del sermón nº 80 de San Agustín: “Mala témpora, laboriosa témpora”, hoc dicunt hómines. Bene vivamus et bona sunt témpora. Nos sumus témpora: quales sumus, talia sunt témpora. “'Malos tiempos, tiempos difíciles', esto dice la gente. (Pero yo os digo:) Vivamos bien y los tiempos son buenos. Nosotros somos los tiempos. Como nosotros somos, así son los tiempos”. Y esto lo decía en pleno derrumbe político, militar, moral y social del imperio romano. El viento soplaba muy recio en contra. Y sin embargo, ahí estaba ese otro gran modelo de obispo predicándoles con energía a sus feligreses: “No me habléis de malos tiempos. Nosotros somos los tiempos. Como somos nosotros, así son los tiempos”. Señor cardenal, nosotros (también Su Eminencia) somos los tiempos. Usted preside estos tiempos, usted es el icono del sacerdocio del inicio del siglo XXI en Cataluña.
Son 50 años. Es el balance de un sacerdocio en descenso, como la inmensa mayor parte del sacerdocio catalán. Y la prueba de que nosotros somos los tiempos, es que junto a ese sacerdocio decadente, dócil al poder político hasta el servilismo, e inevitablemente cada vez con menos fieles; junto a ese sacerdocio decadente hay otro sacerdocio ¡y otros movimientos laicos! que van hacia arriba con mucha fuerza. Es que efectivamente, nosotros somos los tiempos, y como nosotros somos, así son los tiempos. Unos y otros hacemos los tiempos.
Sin duda, señor cardenal, usted está administrando un auténtico campo de abrojos y cizaña, dejando que el trigo que lucha por no ser asfixiado en su archidiócesis, se dé vida como pueda. Ése es su ministerio: no todo él le ha sido impuesto en razón de su cargo y dignidad. En su infinita mayor parte, usted lo ha elegido. Es que en verdad éste es usted, éstos son sus tiempos. Como es usted, así son los tiempos oficiales y mediáticos en su diócesis.
Créame, señor Cardenal: hay quien a la edad que usted tiene, todavía se mira al espejo cada vez que cumple años y se dice: este año valgo más que el año pasado; este año mis obras hablan de mí mejor que el año pasado. ¿No le sabe mal tener que decir, cada vez que cumple años, hoy de sacerdocio, que este año es peor que el anterior, y así desde hace años y años y años? ¿No le duele pensar que usted es parte medular de los tiempos, y que como es usted así son los tiempos para la porción de Iglesia que Dios ha puesto bajo su responsabilidad pastoral?
Ha de ser muy triste para un padre de familia celebrar las bodas de oro matrimoniales constatando que del gran capital que puso en sus manos la generación anterior, no le quedan más que andrajos para legarle a la generación que le sigue. Una tristeza tan honda es capaz de acabar con cualquiera. Sepa, señor cardenal, que este sufrimiento lo llevamos entre muchos para aliviar sus espaldas de un peso tan abrumador. Suponemos que es la certidumbre de que somos tantos los que le ayudamos a llevar ese peso, lo que le mantiene siempre sonriente, sin dejarse abatir por los males que abruman a su diócesis. Lo que le ayuda a llevar esta pesada cruz con alegre resignación. Y en cambio es impresionante y conmovedor ver cómo ha recibido la Iglesia Benedicto XVI, y cómo, anciano venerable, cuyas espaldas parecen tan frágiles, no se resigna; sino que lucha con fe, con inteligencia y con una fortaleza increíble para devolverle a Dios, el día que éste le pida cuentas, una Iglesia más viva y más sana que aquella que recibió. Es evidente, señor Cardenal, que nosotros somos los tiempos, y que como somos nosotros (el Papa, usted, yo), así son los tiempos.
¡Qué más quisiéramos, eminencia, que poder alegrarnos con usted por 50 años de fecundo sacerdocio! Pero los resultados, dicen que culpa de los tiempos, no dan para albricias ni alharacas. Hay un tiempo para reír, y un tiempo para llorar, nos advierte el Eclesiastés. Y no parece éste, tiempo para reír. Compare, señor cardenal, al Arzobispo Modrego de su época de seminarista y su Congreso Eucarístico, con sus dos millones de fieles redondeando al alza, y la visita del Papa a su archidiócesis para consagrar la Sagrada Familia, con sus 300.000 fieles redondeando al alza. ¿Eran otros tiempos? En efecto, nosotros hacemos los tiempos: su predecesor el Dr. Modrego, impulsor y signo de sus tiempos; usted, señor cardenal, es también alma, signo y aliento o desaliento de sus tiempos. Pero su hermano en el episcopado y en el cardenalato, Rouco, con sus 2.000.000 (dos millones) de jóvenes recibiendo al Papa un año más tarde (redondeando al alza, claro está) también es motor y alma de sus tiempos, que milagrosamente se dan la mano con los del Dr. Modrego y con los de Benedicto XVI.
Los que como usted, señor cardenal, lideran los tiempos, no se pueden permitir el lujo de decir: “Mala témpora, laboriosa témpora” ; porque ustedes, más que nadie, son los tiempos. Permítame que le transcriba otro fragmento del mismo sermón de San Agustín: Quid est autem malus mundus? Non enim malum est caelum et terra et ea quae sunt in eis: pisces, volatilia, árbores. Omnia ista bona sunt: sed malum mundum, mali hómines faciunt . ¿Qué es pues un mundo malo? Porque no son malos el cielo y la tierra y lo que hay en ellos: los peces, las aves, los árboles. Todas estas cosas son buenas. Son los hombres malos los que hacen malo el mundo. Y el mal sacerdocio, los malos sacerdotes. Y el descarrío de una diócesis, sus malos pastores.
Estamos en un mundo realmente desquiciado; y más vale que tengamos clara conciencia de que es el mundo el que está salido de sus goznes, porque así podremos afrontar la realidad con mejor conocimiento de causa. Ha sido tan intenso y tan eficaz el trabajo que han hecho desde todas sus plataformas los promotores de la muerte, que hoy ya lo “normal” es estar a favor del aborto y de la eutanasia; mientras que lo estrafalario, lo sospechoso y lo anormal es estar a favor de la vida. De ahí que sea lo más cómodo y lo que más gente hace, dejarse llevar por la corriente. Pero es pertinente que los católicos nos preguntemos cuántos de los que lleva esa corriente impetuosa, están a favor de ella, y cuántos simplemente se dejan arrastrar por no tener el valor suficiente para ir contra corriente.
Tenemos el mundo al revés. Hoy somos los católicos y los que mantenemos sin alteraciones ni camuflajes la moral del “No Matarás”, los que hemos de dar explicaciones a los partidarios de estas dos formas tan progresistas de asesinato: el aborto y la eutanasia. Ellos lo tienen todo tan claro, que lo ventilan con un par de eslóganes referidos al derecho de la mujer (también en cuanto a la eutanasia, claro, porque los enfermos y los viejos cargan sobre ella como el bebé que están gestando) y a la generosidad que derrochan despenando a los pobres enfermos y viejos. Somos nosotros los que hemos de explicar, y por fortuna lo hacemos cada vez más claro, que uno de los mayores avances de la humanidad fue el mandamiento “No Matarás”.
En este momento se ha convertido en cuestión vital darle imagen y figura pública a la posición a favor de la vida. En primer lugar para que la sociedad perciba con toda claridad que la ideología promotora de la muerte no es la única posible y real, ni está sola dominando el mundo en régimen de pensamiento único; sino que frente a ella está, y cada vez con mayor vitalidad y vistosidad, la ideología pro vida.
Por eso es obligación de los cristianos exhibir de forma valiente e inequívoca nuestra posición de defensa de la vida. Hemos de visualizar ante propios y extraños, amigos y enemigos que seamos los que seamos, no nos arrugamos. La cobardía suscita desprecio aunque se disfrace de prudencia y de talante conciliador. La valentía en cambio despierta admiración. Lo primero que conseguimos por tanto, es el respeto de los cristianos que se han mezclado con la corriente y hasta se han dejado arrastrar por ella, porque no les gusta hacerse ver. Pero como acto reflejo se produce que la actitud de nuestros rivales pase del desprecio al respeto, aunque éste sea airado. El segundo gran beneficio que conseguimos haciendo pública y solemne ostentación de nuestra moral y de la fe que la inspira, es ofrecerles a tantos y tantos católicos silenciosos confundidos en la corriente dominante, la posibilidad de dejarse arrastrar de nuevo por la corriente en la que navegaron toda su vida y que les reclama su conciencia. El testimonio arrastra.
Por eso nos llena el corazón de gozo asomarnos a la red y constatar en ella que la vida se abre camino incluso entre los abrojos de la muerte, y convoca a quienes mantienen en sus conciencias el fuego de la moral que aprendieron de sus padres. Es cierto que salvo excepciones como la de HO-DAV (Hazte Oír – Derecho a Vivir) que ha convocado y realizado manifestaciones multitudinarias en defensa de la vida, estos grupos de activistas pro vida y los actos que organizan, no se distinguen por ser masivos, sino por ser valientes y por tener un gran valor testimonial, en el sentido más noble del término.
Hay que incluir entre ellos la Marcha por la Vida, con destino a Roma, que se organizó por primera vez en mayo de 2011, y que repite este año: el 13 de mayo de 2012. Quizá lo más atractivo de esta marcha y de la página web que la sustenta, es la creación de ese clima pro vida que tanto necesitamos. Nos muestra mediante los respectivos enlaces que no están solos. Que hay una marcha por la vida en París, otra en Canadá, otra en Bruselas, otra en Washington y otras tantas en Berlín, Dublín, Palermo, Holanda, Bucarest. ¿Que son pocas para lo grande que es el mundo, y lo extendido que está el mal del aborto? Son un testimonio que no para de crecer. Venimos de muy cerca del cero; y las marchas y las manifestaciones por la vida van creciendo.
En esta misma página se promociona un artículo lleno de optimismo y esperanza, que se titula: “Una victoria tras otra, los Pro-Life americanos conquistan medio país”. Claro que se trata de una lectura muy optimista; pero el hecho es cierto: en todo el mundo (y en los Estados Unidos se visualiza mejor) la lucha por la vida avanza imparable. Se consigue reducir fondos públicos para el aborto; se fuerza el cierre de clínicas abortistas que ni siquiera ofrecen seguridad sanitaria a sus clientas (y por ahí se las cerca); se consigue que no se pueda realizar un aborto antes de las 72 horas de haberlo consultado o solicitado; se crean consultorios for-life en las clínicas y hospitales; se obliga a la clínica a mostrarle a la madre las ecografías del hijo; se consigue que cada vez más congresistas y senadores se posicionen claramente contra el aborto.
Son conquistas de muy pocos miles de personas frente a una potentísima maquinaria engrasada con dinero público y formada por centenares de miles de personas que se abrevan en el sistema y el presupuesto público. Pero los pocos miles de resistentes, con recursos muy limitados, pero con la determinación de quien busca el bien colectivo y con la asistencia de la fe, están dando la batalla de David contra Goliat. Un David con la mirada puesta bien arriba, frente a un Goliat encenagado de pies a cabeza.
Y por si faltaba alguna noticia bellísima en este orden, ahí tenemos el minúsculo estado de Liechtenstein, cuyo príncipe ha anunciado ya que él no va a firmar la ley del aborto, aunque ganase el referéndum que se ha convocado al efecto. Y en Inglaterra a dos enfermeras católicas les reconocen los tribunales el derecho a la objeción de conciencia en relación con el aborto.
¿Es eso poco? No, es muchísimo, porque venimos de la nada y porque el movimiento de resistencia a la política de la muerte y a sus leyes, va in crescendo. Ni el príncipe de Liechtenstein será el único príncipe de esta tierra que se atreva contra las leyes de la muerte, ni la objeción de conciencia frente al aborto será un privilegio personal de esas dos enfermeras inglesas. La batalla de la Vida contra la muerte, avanza. ¡Alabado sea Dios!
Buena señal, muy buena: para la defensa de la vida no hay vacaciones. Éramos en torno a los 150 los que nos dimos cita ante la fachada principal del Hospital de San Pablo para romper el silencio en torno a la abominable política de la muerte, que está ganando las conciencias de forma horripilante. Tanto, que hasta la jerarquía eclesiástica calla, dice que “prudentemente”, ante el auge que están tomando en sus propios hospitales (los de patronato eclesiástico) tanto el aborto como la eutanasia. La administración de la muerte abriéndose camino también en territorio sagrado. Los fieles protestando en la calle, y el cardenal y los obispos enterándose por la prensa. Es lo que se lleva.
Pues ahí estuvimos un 25-V más para recordar a los nuestros, que el silencio de los buenos es el principal alimento de la maldad de los malos. Las cosas serían muy otras si no les ayudásemos con nuestro silencio; si no mirásemos para otro lado cuando ellos, ante nuestra mirada tolerante, comprensiva y finalmente cómplice, cometen exaltan y propagan sus maldades. Es que cuentan con nuestra educadísima cobardía: la que corresponde al comportamiento estándar de la gente de buena fe y de buena conciencia. Siendo pues las que son las “buenas costumbres” de los buenos, no nos estaba permitido bajar la guardia a los que nos hemos empeñado en dar voz y presencia a los pobres seres humanos cuyo único delito es no haber nacido aún.
El objetivo de nuestras veladas no son los políticos; el blanco de nuestra atención no son las leyes inicuas con que están inmoralizando a una sociedad totalmente desmoralizada. No, nosotros no nos dirigimos a los defensores, propagadores y administradores de la muerte. No es ante ellos, ante quienes clamamos y rezamos a favor de la vida, aunque a veces nos manden a su brigada de profesionales del alboroto y de la sordera crónica en defensa del pensamiento único. Pero bien venidos cuando vienen, porque le dan fuerza y emoción al espectáculo de un puñado de valientes que se atreven, ¡incluso a pesar de sus agresiones verbales y cuando pueden también físicas!, a ir contra la corriente que lleva a nuestra sociedad a la dorada perdición. Esta vez no estuvieron: ellos sí que se permitieron unas vacaciones.
Nuestro campo de cultivo no son las leyes y la política, que ése lo trabajan otros con gran eficacia. Nuestro campo son las conciencias. Nuestra principal misión es defender la conciencia cristiana con respecto a la vida. Es mantener el fuego sagrado que hemos recibido de nuestros antepasados a lo largo de decenas de generaciones. No podemos consentir que en nombre del progreso y en nombre de unos nuevos derechos se atente contra la vida, erigiéndose el Estado y en último término sus funcionarios del sistema sanitario, en administradores de la muerte.
Ya se han dado la mano (esto se veía llegar) la muerte de los hijos y la muerte de los padres. Es la misma la conciencia que se necesita para tomar una y otra decisión. Y es la misma la base “humanitaria”: la dependencia. Sobre el dependiente, tiene derecho a decidir aquel de quien depende. Es la modernidad. Una vez implantada la conciencia de la legitimidad de dar muerte al hijo engendrado pero no nacido, ya no cuesta nada crear la conciencia de la legitimidad de dar muerte al padre o a la madre sin vida ya (sin vida digna, se entiende), aunque todavía no difunto. A esa especie de muerte civil que es la falta de dignidad de la vida, sólo le añaden la muerte física, como algo accesorio. Y la razón suprema, siempre la misma: la enfermedad.
En el nuevo código de conducta progresista es una ignominia morir de enfermedad. Por eso a los enfermos no les dejan vivir todo lo que les dure la vida. Eso no es digno de la conciencia progresista. Ni de la ciencia, claro está. La nueva conciencia exige que se les mate. No importa si están por salir del vientre de la madre para entrar en este mundo, o si están por dejar este mundo, pero sin decidirse a dar el paso. El no dejar vivir a los muy enfermos (¡cuán elástico es el “muy”!) es uno de los nuevos dogmas del progreso y la novísima función de los profesionales de la salud. Ahora la lucha ya no es contra la enfermedad, sino contra el enfermo. Malthus dixit. ¿Y para qué? Para liberar al que lo cuida (en más del 90% de los casos, la que lo cuida). En nombre de la libertad.
Ése va a ser el trabajo de la plataforma Cataluña Vida Sí y de las asociaciones que la forman a lo largo del próximo curso: la consolidación de la conciencia cristiana de la vida, y la apelación a los católicos para que sean más activos en la defensa de esta conciencia. Gracias a Dios, cada vez se ven más hábitos religiosos, más sotanas y más alzacuellos en los 25-V. Es una señal extraordinaria. Es que poco a poco el clero y los religiosos y religiosas van asumiendo que la defensa de la vida humana desde su inicio natural hasta su fin natural, no es en la Iglesia tarea exclusiva de los seglares. Estamos en el buen camino. No importa cuán largo sea y cuántos tropiezos encontremos en él. En nuestras manos está el trabajo; en las de Dios, el éxito.
El "cachorro jobaquero" Mn. Enric Termes (a la izquierda), reconvertido en uno de los hombres de confianza del cardenal Martínez Sistach. |
Los discípulos de los "jobaqueros" mencionados la semana pasada, empezaron a entrar en un Seminario concebido a su medida, puesto al servicio del Movimiento. En una primera etapa con Mn. Josep Maria Jubany como vice-rector, y sobretodo en la etapa Vives, con Joan Enric Vives como rector ayudado por sus antiguos compañeros de Jobac y similares (Mn. Josep Maria Domingo, Mn. Joan Nadal, Mn, Salvador Bacardit...). Los seminaristas que no tenían nada que ver con la JOBAC eran destinados rápidamente a parroquias "jobaqueras", incluyendo aquellos que eran más "conservadores" pasando un verdadero suplicio en su camino espinoso hacia el sacerdocio. Afortunadamente los que no eran "jobaqueros puros" mayoritariamente se alejaron del movimiento y de sus ideas una vez ordenados sacerdotes, pero los demás continuaron fieles a sus principios dirigidos y protegidos por sus mentores. El nombramiento primero de Mn. Ramon Corts y posteriormente de Mn. Francesc Prieto como rectores del Seminario por parte del cardenal Carles, puso punto final a aquella desdichada aventura y a la formación "jobaquera" de los seminaristas. Con ese cambio, la especie se extingue, entre otras cosas porque se va quedando estéril de jóvenes y consecuentemente de futuribles seminaristas, y los jóvenes "cachorros" pasan a la oposición adhiriéndose a los grupos de presión contra el obispo valenciano. Pero cuando parecía que estos "cachorros" iban a pasar a la historia sin pena ni gloria, es entonces cuando llega a Barcelona el arzobispo Sistach y empieza a reclutarlos para cargos importantes de la diócesis. Con esa jugada Sistach intenta matar dos pájaros de un tiro: colocar sacerdotes jóvenes en su gobierno y a la vez, ganarse el aprecio de sus protectores y mentores, todas esas generaciones de sacerdotes progresistas y nacionalistas que hicieron la vida imposible a su antecesor el Dr. Carles.
Enric Termes es uno de estos sacerdotes jobaqueros (en la foto cuando era militante de la JOBAC), reciclados por Sistach y convertido en delegado de Catequesis de la diócesis. Termes participó activamente en las campañas contra el cardenal Carles y estampó su firma en alguno de los manifiestos que se publicaron contra su entonces arzobispo. Parece que eso no le importa lo más mínimo a Sistach, como tampoco que de vez en cuando se destape con alguna manifestación o comentario completamente contrario a la doctrina oficial de la Iglesia, como el que se recogió en Germinans, cuando Termes se mostró partidario de la eutanasia en el caso de Eluana. No sólo eso, Sistach además de nombrarle delegado de catequesis, teniendo que echar del cargo a alguien tan moderado como Mn. Felip Juli Rodríguez, también le nombra rector de la basílica de Sant Josep Oriol, convirtiéndose así en uno de sus principales protegidos.
El otro cargo importante que Sistach encargó a un cachorro "jobaquero" es el de delegado de juventud en la persona de Mn. Toni Román, con ese nombramiento se volvió a dar un gran paso atrás en la pastoral juvenil. La JOBAC siempre fue por su cuenta y se creyó la única alternativa buena (junto con los otros movimientos llamados "especializados": MIJAC, MUEC, JARC...). Poner a un jobaquero confeso de delegado de juventud es tirar por tierra todo el trabajo de la Sierva de Dios Rosa Deulofeu, que apostó por otras alternativas diocesanas de pastoral de joventud mucho más "católicas" y numerosas que la casi difunta JOC-JOBAC y los otros grupos similares. Así nos ha ido estos años, una verdadera catástrofe la pastoral juvenil en Barcelona, que se ha salvado parcialmente gracias a buenos sacerdotes jóvenes, como el caso de Mn. Ferran Lorda, que recoge él sólo más jovenes en los actos juveniles que organiza en su parroquia (Santa Teresita), que toda la delegación diocesana de Román.
Otro de los sacerdotes "jobaqueros" que Sistach ha convertido en delegado es Mn. Pepe Rodado, aunque en este caso con cierta lógica, ya que es delegado de Pastoral Obrera. Mn. Pepe fue uno de aquellos seminaristas que nunca residió en el Seminario porque tenía un plan especial fuera de él, ya que era "un seminarista obrero" que aspiraba a ser "cura obrero". Para eso el Seminario jobaquero de la época creó el ESMO (En camino al Sacerdocio desde el Mundo Obrero), del que formó parte Mn. Rodado. Como delegado ha seguido claramente la metodología y ideología jobaquera como puede comprobarse en la declaración que hizo la delegación que dirige y que apareció en algunos medios: "Una delegación del cardenal Sistach llama a la "acción" y a la "lucha" en la huelga general". Cuando concede una entrevista saca la patita "progre" contraria a la doctrina oficial de la Iglesia como cuando le preguntan por el uso del preservativo: "La opinión de la institución de la iglesia al respecto es una de las cosas que me "disparan", no es posible que se piense que es algo negativo, con esta clase de cosas soy muy directo y tiendo a criticar muy duramente estas posiciones".
Pero el sacerdote jobaquero que más cargos internacionales ha tenido en el mundo obrero, aunque no en el gobierno de Sistach, de momento, es Mn. Josep Maria Romaguera. Recogemos los datos de su propia web: "Josep Maria Romaguera Bach nació en Capellades el 6 de noviembre de 1957. Entró en el seminario en 1980, y fue ordenado sacerdote en 1987. Y desde entonces ha sido vicario en Sant Andreu de la Barca, donde inició el contacto con el movimiento de la JOBAC que luego se fusionó con la JOC (Juventud Obrera Católica), después vicario en Santa Engracia, en Nou Barris de Barcelona, después rector en el Bon Pastor también de Barcelona, ??y después se ha dedicado de lleno a la JOC, primero como consiliario nacional, de 2001 a 2005, luego como consiliario internacional adjunto de la CIJOC (que es el nombre que recibe la Coordinación Internacional de la JOC), y finalmente, como consiliario internacional propiamente, con residencia en Roma."
También en la diócesis de Sant Feliu, donde el obispo Joan Enric Vives colocó a muchas de sus piezas "jobaqueras" pensándose que acabaría siendo el obispo titular de aquella diócesis, encontramos algunos "cachorros" como por ejemplo Mn. Xavier Aymerich, actual párroco de Molins de Rei y delegado de liturgia del obispado. Sí, han leído bien, de LITURGIA, pero de una liturgia claramente progresista. Mn. Aymerich se formó en el Centre de Pastoral Litúrgica (CPL), del que Germinans ya ha comentado en diversas ocasiones su desastrosa labor. Mn. Aymerich llegó al CPL de la mano de sacerdotes como el secularizado Josep Lligadas, comunista militante que formó desde la JOBAC de Mataró a una buena parte de la clase política de la izquierda local.
Estimada redacción de Germinans:
Después de leer atentamente los artículos con que M.B.P. nos ha obsequiado a lo largo de este verano, quiero mostrar mi más sincero malestar por la situación en que se encuentra la música en las iglesias, en general, de nuestro país y agradecerle la información aportada.
Soy organista, pero de los que han pasado por el Conservatorio y con un esfuerzo nada desdeñable se ha sacado su titulo oficial. Pero me pregunto ¿para qué?, ¿para tocar en la iglesia? Creo que eso va a ser una causa perdida. Después de estos años de estudio veo horrorizado como la mayoría de parroquias e iglesias están ocupadas por personajes, que con muy buena voluntad (o no) realizan esa función sin tener el más mínimo conocimiento o con una formación verdaderamente deficiente. Con el consecuente resultado: unos oficios penosos, ridículos.
¿Como se puede dejar al cargo del órgano (en ocasiones instrumentos de calidad) a personas que no saben ni siquiera poner las manos en el teclado o realizar un simple acompañamiento?
Habiendo personas, en muchos casos jóvenes en los conservatorios o escuelas de música, que se están formando en la materia y que podrían ofrecer un servicio muy digno pero no pueden por que en muchos casos se topan con la “señora o señor de la parroquia” que con sus ochenta años no suelta el órgano no vaya a ser que le quite el puesto alguien que sepa de qué va el tema.
Por no hablar de los “señoritos” pianistas infiltrados que sin haber estudiado órgano en su vida encuentran una fuente de negocio en ello. Oiga si usted estudia piano dedíquese a ello y no se meta de parásito en un ámbito del cual no domina, por mucho que sepa bajar teclas...
Pues todo el mundo sabe que un órgano no es lo mismo que un piano. ¡Así están muchos de nuestros órganos!
No hablemos de guitarras. Personajes como estos que llevan toda la vida ofreciendo un mismo servicio infumable son en parte los causantes de lo que en este foro se discute.
Aquí se está hablando de gregoriano, de polifonía, cuando la gran mayoría de sitios hay personas que están al cargo de la música que no saben ni siquiera lo que es eso, ya es mucho si saben leer música.
Pero la cuestión es que son de la parroquia, en muchas casos ni siquiera cobran (a no ser en las bodas donde ofrecen el mismo servicio) y a los responsables les parece bien, no vaya a ser que tengan que contratar un organista profesional que les valga dinero.
Mal me temo que mientras todo se valga de aficionadillos sin ninguna formación la cosa siga igual.
Señores párrocos, rectores..., sepan que existen conservatorios, centros de formación donde hay gente que estudia (organistas, directores de coro, música antigua) que son profesionales o tienen una buena formación y que no pueden o no les dejan contribuir a la noble causa del embellecimiento de la liturgia y de la dignificación del culto.
La civilización occidental, tan profundamente desmoralizada, necesita más que el pan que come, que alguien le traiga por lo menos una buena noticia. Y ahí tenemos al Papa, al máximo líder del cristianismo, trayéndole esa imagen que dicen que vale más que mil palabras. Hasta los más sordos, los que cierran los oídos a las palabras que se apartan de sus dogmas, hasta ésos son capaces de leer correctamente la imagen de una muestra de la juventud que ha optado por el camino arduo de la vida. Para que no hubiese error en la lectura, los líderes del camino estricta y exclusivamente hedonista, el que predomina hoy en la civilización occidental, nos mostraron la imagen opuesta. Todos los que tienen ojos para ver, han visto.
Los defensores de la vida cómoda, de los derechos sin deberes, del trofeo sin carrera, del premio sin castigo, de la defensa del delito con la excusa de defender al delincuente; los que abominan de la moral (cristiana en su origen), de la ética (a pesar de ser laica) y de cualquier deontología (a pesar de su sentido descaradamente utilitario); los “jóvenes” ya bastante talludos que optaron por esa línea tan progresista de “valores”, mostraron al mundo su verdadero rostro. Lo hicieron bajo el disfraz de indignados, por si colaba. No coló, porque les faltó comportarse con dignidad, única raíz legítima de la indignación. Ahí estaba lo más progresista del progresismo: vestido con palabras muy apañadas reducidas a eslóganes: que tan escueta doctrina cabe en unos pocos mantras, la mayoría en forma de insultos. En su exhibición, los representantes de esa cultura los vociferaron hasta la saciedad. No estuvo mal la contraimagen para que resaltase mejor la imagen.
Benedicto XVI, víctima de las más sucias campañas dedicadas a golpear lo más duro y sucio posible a la Iglesia en su cabeza; figura por tanto extremadamente denostada y desacreditada en los ámbitos y en los medios que consumen y difunden la cultura progresista; este Benedicto XVI cuya vida se hace tan sumamente dura cuando se asoma al mundo, porque “el mundo” lo detesta; este Benedicto XVI que se ha visto ferozmente acusado de nazi porque estuvo, como todos los jóvenes de su época, obligado a pasar por los campamentos nazis; acusado de encubridor de pederastas porque él fue quien puso la cara para recibir las bofetadas por todas las infamias que cometieron demasiados sacerdotes, obispos y hasta algún cardenal; y sobre todo por la política de ocultación y encubrimiento de la jerarquía, que tanto contribuyó al crecimiento del pudridero; que tuvo la valentía de proclamar que el SIDA no lo para el condón, sino la fidelidad y la castidad (virtudes tan mal vistas por el progresismo); y esa valentía le costó furibundos ataques, con la pretensión incluso de sentarlo ante los tribunales; un Benedicto XVI que sabe que van a por él. Y a pesar de eso, nuestro Benedicto XVI tiene la enorme valentía de dar la cara una vez más, de salir en público de la forma más clamorosa: convocando a la juventud católica de todo el mundo para que el mundo vea con sus ojos esta buena nueva: que aunque todo el ruido mediático y el favor institucional estén a favor de la opción cuesta abajo, hay en occidente muchísima juventud que ha optado por ir hacia arriba, asumiendo las cargas que impone esta opción.
Esta buena noticia que nos trae el Papa no es otra que la continuación de la buena nueva por antonomasia: el Evangelio, que tan felizmente denominó Juan Pablo II “Evangelio de la Vida ”. Una buena nueva para un occidente que ha hecho alianza con la muerte, como sumidero fatal de la vida regalada: los mismos que regalan una vida diseñada para eludir todo esfuerzo, todo sacrificio, toda renuncia, esos mismos, a sus mantenidos en el mundo feliz les regalan la muerte. A este occidente decrépito viene a decirle el Papa que la vida es también renuncia y sacrificio. Que sin la aceptación de la cruz no hay vida verdadera. Que la cruz no se puede esconder, ni camuflar ni eliminar. Que es mejor vivir abrazado a ella. Que es el precio generoso que hemos de pagar por pertenecer a “la civilización del amor”, de la que son el mayor testigo los que nacen y viven en mayor dificultad, nos decía el Papa en la visita al asilo de San José para disminuidos. Ellos son la prueba máxima de que los cristianos tenemos nuestra propia vara de medir la vida: el amor.
Para los que vemos con preocupación cómo el hedonismo y con él la vida fácil y libre de toda exigencia y responsabilidad, se han convertido en los máximos dogmas de la civilización occidental, es un consuelo contemplar esa ingente marea de jóvenes que no desdeñan la renuncia y el sacrificio que nos impone la civilización del amor, ver cómo el Evangelio de la Vida ha calado hondo también en la juventud. Y sobre todo, ver que quienes en nuestra dificilísima España hemos optado por defender el catolicismo con su bimilenario código de valores, no estamos solos.
Esta inmensa fiesta del catolicismo organizada por Rouco, nos ha quitado el mal sabor de boca que nos dejó la anterior visita del Santo Padre a España, con una menguadísima participación popular tanto en Santiago como sobre todo en Barcelona, donde el Santo Padre consagró nada menos que el símbolo de la Nueva Evangelización. Se nos quedó el corazón encogido, porque ésa fue una clamorosa manifestación de la decadencia del catolicismo. Ése fue un gran espectáculo de la enorme capacidad de seguridad que nos dieron las autoridades catalanas: la gran ocasión que tanto desearon para mostrar a todo el mundo, que Cataluña existe incluso como organización estatal. Le hicieron sombra a la Iglesia y hasta le sacaron las castañas del fuego. Hasta el extremo de que las fuerzas de Seguridad de Cataluña, los Mozos de Escuadra, tuvieron que aportar la mayor parte de los 1.500 voluntarios que se movilizaron para la visita del Papa. La comparación es odiosa, pero en Madrid la Iglesia, sin ayuda del poder civil, movilizó 35.000, para que los cerca de 2 millones de asistentes a los actos de las Jornadas, se sintieran asistidos exquisitamente. Era una espina que los amantes de la Iglesia teníamos clavada hondo.
Gracias a Dios, en esta Jornada Mundial de la Juventud hemos tenido la inmensa fortuna de asistir al primer gran acto de la Nueva Evangelización después de haber sido consagrado su símbolo, el templo de la Sagrada Familia. La verdad es que desde su institución por Juan Pablo II, las Jornadas Mundiales de la Juventud están vinculadas a la Nueva Evangelización. Barcelona, un mal lugar para tan gran misión de la Iglesia , tiene el símbolo de piedra, pero Madrid se ha convertido, gracias a estas jornadas, en su símbolo vivo, el primer gran acto de la Nueva Evangelización tras la creación del tan funcionarial dicasterio. Gracias a Dios y a los que Él ha empleado como instrumentos para este fin, la JMJ de Madrid ha sido un grandioso espectáculo de fe y juventud que nos ha llenado el corazón de esperanza.
En la fotografía que encabeza este escrito podemos ver al patriarca Mn. Josep Hortet, en el centro de la fotografía rodeado de algunos de sus discípulos, concretamente de Mn. Pep Solé (primero por la izquierda) Mn. Xavier Morlans (segundo por la izquierda), Mn. Josep Maria Domingo (primero por la derecha) y Mn. Josep Maria Fisa (segundo por la derecha). La fotografía es reciente, concretamente del 16 de junio de 2011, en que se presentó el libro "La JOBAC 1974-1992. Desencís i utopia de la joventut a Catalunya" (La JOBAC 1974-1992. Desengaño y utopía de la juventud en Cataluña). El título del libro es sintomático porque en él se reconoce el desengaño y la utopía de aquel proyecto. En su presentación se concentraron las viejas glorias del movimiento, encabezadas lógicamente por Mn. Hortet y algunos de sus históricos colaboradores. Pero no estaban todos, por este movimiento han pasado figuras tan destacadas como el actual obispo-arzobispo de Urgell, Monseñor Joan Enric Vices y otros ilustres personajes que actualmente se encuentran en puestos destacados de la Iglesia en Cataluña. En este escrito repasaremos algunos de ellos.
A decir verdad, el joven sacerdote Joan Enric Vives, fue un "jobaquero" atípico, era mucho más inteligente que los demás y sobre todo mucho más astuto y ambicioso, mientras que los demás acaparaban buenas dosis de ingenuidad y utopía, muy propia de aquellos años posteriores al mayo de 1968. Ya por entonces destacaba por ser camaleónico y jugar en cada terreno las cartas que creía que le eran más favorables, en la JOBAC se le podía ver en tejanos y bambas (como puede verse en la fotografía), mientras que delante del cardenal Jubany siempre lucía americana. Él sabía que para ser bien visto por la progresía debía jugar la carta "JOBAC" y la jugó. No ha renegado de ello, todo lo contrario. Presidió ya como obispo la Eucaristía en celebraciones de la JOC-JOBAC, y ha anunciado su presencia en un futuro encuentro de nostálgicos de este movimiento. No es de extrañar que todos los que formaron parte de este movimiento y todos los "progres" que lo apoyaron, aunque no se vincularon a él, propugnen su candidatura como futuro arzobispo de Barcelona. Sería el triunfo de la ideología "JOBAC" y catapultaría a todos sus antiguos dirigentes a los máximos cargos de la diócesis, algo que ya sucedió cuando fue rector del Seminario de Barcelona y se rodeó como formadores de antiguos compañeros "jobaqueros"
Otra de las piezas importantes de la JOBAC fue el sacerdote Xavier Morlans, otro chico listo, y sobre todo con gran habilidad para las artes. Concretamente Morlans fue el alma musical del Movimiento. La mayoría de las canciones que se cantaban en encuentros y eucaristías "jobaqueras" eran obra suya. Entre sus canciones podemos citar "Pere Llibertat" (Pedro Libertad) dedicada a Pere Casaldáliga, "Germà Ellacuría" (Hermano Ellacuría) dedicada a Ignacio Ellacuría, jesuíta asesinado en El Salvador. La más conocida es "Poble de Déu, poble en marxa" (Pueblo de Dios, Pueblo en marcha) que se ha llegado a cantar en ordenaciones sacerdotales, delante del arzobispo, en su letra podía encontrarse delicadezas como "tan lluny sovint els seus pastors" (tan lejos frecuentemente sus pastores). Se trata de un personaje bastante excéntrico al que es imposible colocar en una parroquia, se ha intentado, pero sin resultado, él siempre tiene que estar dedicado a sus "morlanadas" (expresión que resume el deseo de poner en práctica experiencias pastorales que teóricamente són lo último de lo último, pero que duran cuatro días, cuando aparece una nueva). A pesar de estos antecedentes, Mn. Morlans es profesor de Teología en la Facultad que forma a los seminaristas y religiosos/as de nuestras diócesis.
Mn. Josep Maria Fisa fue consiliario general de la JOBAC durante un trienio, sus admiradores afirman que fue el de mayor esplendor del movimiento. Anteriormente fue responsable del Movimiento de Revisión de Vida del Baix Llobregat que acabó integrándose en la JOBAC. Actualmente es párroco de la iglesia de la Virgen del Carmen en Sant Joan Despí, junto a TV3, y forma parte desde hace muchos años del arciprestazgo de Cornellà. Uno de sus biógrafos recoge el momento de su llegada a Cornellà: "En Cornellà se integró con mucho agrado en el equipo de sacerdotes, un peligroso experimento de sacerdotes comunistas, bastante venido a menos, a medio camino entre una comuna y una célula masónica, que constituía uno de los principales dolores de cabeza del señor obispo". Desde 1994 es consiliario de "Justicia y Paz" en Barcelona, cargo que anteriormente ya ocupó el sacerdote y después obispo Joan Enric Vives, entidad que ha proporcionado un buen número de "indignados" (también conocidos como "perroflautas") de entre los concentrados en Plaza Cataluña. También es fundador de una ONG "Solidança" por supuesto aconfesional, de recogida y reciclaje de enseres.
Otro de los sacerdote que más lejos han llegado es Mn. Josep Maria Domingo, que durante muchos años fue Consiliario General de la JOBAC y que está ocupando algunos altos cargos en la iglesia catalana. Fue formador del Seminario de Barcelona, en los tiempos en que su compañero de aventuras, el obispo Vives era su rector. Actualmente, además de ser párroco en la iglesia de Sant Pere i Sant Pau en El Prat de Llobregat, es vicario episcopal de pastoral del obispado de Sant Feliu, es decir uno de los tres principales colaboradores del obispo Agustín Cortés. Además es Director del CEP (Centro de Estudios Pastorales) que es el centro de formación para sacerdotes y laicos de las diócesis catalanas. Es decir que todo aquel que quiera formarse pastoralmente o quiera actualizar sus conocimientos pastorales, tiene que pasar por sus manos. Como es lógico sus principales colaboradores en el CEP son antiguos militantes y consiliarios de la JOBAC, entre los que destaca el sacerdote comunista Quim Cervera, responsable de la formación de los laicos del CEP, al que Prudentius de Barcino dedicó un excelente artículo, para que se pudiera comprobar en manos de quien y sobre todo de qué ideas está la formación de nuestros seglares. Como Mn. Domingo también fueron formadores del Seminario de Barcelona otros consiliarios "jobaqueros" como Mn. Josep Maria Jubany (vice-rector) y Mn. Joan Nadal.
Para no cansar a nuestros lectores, vamos a enumerar más sucintamente a otros de los sacerdotes "jobaqueros" como Mn. Pep Soler (en la fotografía de arriba). También debe citarse a Mn. Jaume Grané (en la fotografía de la izquierda) o Mn. Josep Maria Puxan (en la foto de la derecha), conocido popularmente como "mosén garrafa" a quien Antoninus Pius dedicó un escrito en el momento de su fallecimiento. Todos estos sacerdotes y algunos otros, forman parte de la primera generación "JOBAC" la que fue formada directa o indirectamente por el patriarca Hortet. La próxima semana analizaremos la siguiente generación, es decir los discípulos de los sacerdotes analizados en este artículo. Afortunadamente son los últimos. La especie se extingue con ellos.
El colofón: El Cantoral de Misa Dominical y la música sacro-yeyé.
Después de algunas semanas de escritos y comentarios sobre historia de la música sacra quisiera mostrar mi agradecimiento a todos los que hacen posible esta plataforma de opinión, y deseo que sus debates sirvan para aportar luz a una Iglesia que, al menos en Barcelona, está en situación crepuscular. También quisiera dar las gracias a todos aquellos que han comentado mis posts, tanto de manera positiva como negativa (incluso a Fray Eusebio de Lugo); me han hecho entender que mis reflexiones no caían en saco roto.
Como colofón quisiera hacer un pequeño ejercicio músico-literario. Me he centrado mucho en la calidad o no de la música en nuestras iglesias, y de la relación entre las disposiciones vaticanas y su aplicación en nuestras latitudes; pero muy poco he hablado de la calidad de los mensajes y de las letras que esta nueva música nos aporta.
Como ejemplo paradigmático en nuestras latitudes, me centraré en analizar el principal instrumento actual de divulgación del mal gusto musical, principal descrédito de la música sacra en Cataluña: el Cantoral de la Misa Dominical del Centre de Pastoral Litúrgica (C.P.L.) Para nuestros lectores informar que este pequeño manualito de color azul (o rojo, o verde) es el único cantoral que han conocido, por tanto no pueden opinar ni bien ni mal, pero para los que ya peinamos alguna cana más que otra, este librito fue y sigue siendo la principal causa de nuestro desespero musical y litúrgico.
El Cantoral (Cantoral de Misa Dominical, CMD) fue un librito que nació casi de manera clandestina el año 1972, para reeditarse en el 1974, antes incluso de la edición de los nuevos textos litúrgicos. Por aquel entonces era mucho más pequeño, y no contenía casi ningún texto del ordinario de la Misa. Era una recopilación de canciones sin más pretensión que eso. De hecho su formato era (y sigue siendo) poco serio, y aunque se nos diga que la edición está preparada por Josep A. Rodríguez Collado y asesorada por Albert Taulé, lo cierto es que las composiciones no están firmadas y no podemos saber a quien culpar por cada una de las canciones.
Lo que se salva del Cantoral respecto a las composiciones post-conciliares
Entre lo aprovechable del actual Cantoral, debe destacarse los composiciones provenientes de la Abadía de Montserrat, sobretodo las aportaciones de los P. Ireneu M. Segarra y Josep Odiló Planàs. Los dos son músicos extraordinarios, de una gran capacidad y valía, están anclados en la mejor tradición musical de Lluís Millet, Lluís Romeu, etc. aunque quizás no sean los más apropiados para componer música para el pueblo. De hecho Montserrat pudo aportar mucho más, pero estaban demasiado ensimismados componiendo su propia música y haciendo sus propios experimentos.
Debe destacarse así mismo la aportación del P. Doménec Cols. Su música es fácilmente reconocible por su tendencia a “gregorianear” así como por sus altibajos imposibles y sus altísimas tesituras. A pesar de esto y mas allá del Cantoral del CPL, Doménec Cols, quizá el único que realmente era consciente de la importancia de su misión, musicó toda la Litúrgica de las Horas (toda, todita) tanto en catalán como en castellano. Ahí es nada. A él debemos básicamente los dos libros que debieran ser los libros de cabecera de los monitores de canto: el Libro del Salmista y la Celebración cantada de la Liturgia de la Horas. Fue de los pocos que se tomó en serio su oficio.
Esta primera generación de músicos post-conciliares (la inmensa mayoría de ellos reposan en la paz del Señor) fueron los padres de muchas composiciones de música sacra, algunas de ellas muy buenas, pero que por desgracia han pasado al olvido.
Albert Taulé i Viñas
Pero estos músicos citados no fueron los únicos que cuando a partir de 1975 se iniciaron las traducciones del Misal y del breviario en castellano y catalán, iniciaron la ardua tarea de musicar todo el nuevo corpus sacro-literario.
Es aquí cuando entra en primera línea la figura de Albert Taulé i Viñas (1932-2007), presbítero que llegaría a párroco de Santa Maria del Mar, criatura del CPL, que primero desde Barcelona y después desde Madrid fue el principal orquestador de la nueva música. Él, en tanto que último responsable, es el principal culpable de gran parte de los despropósitos musicales. De hecho no destacaba como músico religioso, sino de baile; pues es famoso por componer sardanas. Sus composiciones religiosas están impregnadas de un “ritmo” (sobretodo por el abuso del compás ¾) que invitan más a “puntear” que no a rezar.
Bajo el paraguas del P. Taulé se cobijaron toda una serie de personajillos varios, algunos de ellos con alguna formación litúrgica, que se dedicaron a “componer” melodías y letras. De toda esta trouppe , siempre hay quien merecen algún respeto, como el P. Aldazábal o Doménec Cols, pero otros son de infausta memoria como el ex sacerdote Josep Lligadas, que después de arrasar allí por donde pasaba dejó el sacerdocio para malvivir escribiendo vidas de santos para el CPL; o el padre Xavier Morlans, que con su guitarra encolada a la espalda es el autor de maravillosas combinaciones de música israelita-castellano-marciana, como su famoso “Shemà Israel.” Y pensar que esta generación de pseudo-músicos ha sustituido todo lo anterior...
La música sacro-yeyé
“¿Y porqué?” como diría Mónica Terribas. Pues porque, mientras las Conferencias Episcopales (tanto Española como Tarraconense) se preocupaban por encargar música sacra de una “cierta calidad”, entre las bases del clero regular y secular se estaba gestando e imponiendo un estilo musical de sabor banal y mundano que yo defino como música sacro-yeyé .
Este estilo de música no es nuevo. Está directamente inspirado en los libros de canto que utilizaban los movimientos juveniles católicos en los años sesenta y setenta (JOC, Boys-scouts, esplais parroquiales, etc.) y que se usaban básicamente para ir de excursión. Las características de esta música son bien conocidas. Es un estilo jovial, juvenil (en su momento lo fue) y desenfadado. Sus letras debían fomentar la amistad y otros valores positivos, pero tampoco hacía falta que fuesen explícitamente religiosas, ya que su cometido no era adoctrinar sino distraer y divertir a los chiquillos. Este estilo musical es muy sencillo de aprender (se basa principalmente en escalas musicales de fácil memorización) y se interpretaba solo con guitarra y flauta ya que eran los únicos instrumentos que fácilmente se podían llevar de excursión y eran fáciles de adquirir. De hecho esa es la razón de la actual presencia de la guitarra en la Iglesia, puesto que antes era un instrumento totalmente ajeno y extraño a la liturgia.
El gran error fue intentar aplicar esta música en nuestros templos. La mayoría de sacerdotes jóvenes de aquel momento (los que ahora tienen entre sesenta y setenta años) se educaron con aquellas musiquillas, y vieron con buenos ojos su aplicación en las iglesias, ya que, según su criterio, aportaban frescura, dinamismo y modernidad. Craso error. Lo único que consiguieron fue acabar de destrozar la poca tradición musical que quedaba, y sustituirla por una música más propia de una película de Martínez Soria o de Concha Velasco. La música se infantilizó, y mucho, y se perdió lo que quedaba de buen gusto.
El fruto de todo este proceso fueron los cantorales populares, del que destaca el Cantoral de la Misa Dominical , de carácter parroquial. Me abstengo de comentar los cantorales que editaron algunas órdenes y congregaciones de religiosos, especialmente el cantoral de los Maristas, porqué me mareo solo de pensar en ello.
Otros fallos
Pero las maldades del Cantoral no acaban con sus autores. Es un libro en el que, para empezar, no están musicadas ninguna de las antífonas de entrada de las misas. En su lugar hay una ristra de canciones, muchas de ellas penosillas, que a modo de himnos quieren imitar las marchas religiosas protestantes.
El Cantoral es un libro que es incapaz de musicar las respuestas de la totalidad de los salmos dominicales (tampoco son tantas) con el problema que esto supone, ya que obligas a la gente a utilizar respuestas que no son propias y alterar el texto sagrado (con dos bemoles).
Esto ha derivado en un desprecio por la integridad del salmo, ya que se ha equiparado a una vulgar cancioncilla más, susceptible de alterarla al antojo de uno. Incluso asistí a celebraciones en las que el salmo sencillamente se suprimía. Si son capaces de hacer esto con la palabra de Dios, que no serán capaces de hacer...
Si litúrgicamente el libro es insultante, desde el punto de vista estético tampoco ganamos mucho. Todas las melodías están escritas en unas tesituras altísimas, para voces femeninas (o afeminadas) de manera que la inmensa mayoría de hombres no alcanzamos a cantar (lo de las voces celtibéricas de Fray Eusebio...). Además son unas melodías muy nocivas para la garganta, ya que sus continuos altibajos fuerzan las cuerdas vocales. ¡Cuantas monjas habrán perdido la voz por culpa de los nuevos cantos!
Pero lo peor de todo está en las letras
Algunas piezas no hacen ninguna referencia a Dios, como es el caso de “Amistat, uneix-nos” (Amistad únenos - CMD 59) “ Amistad únenos! Libertad líbranos! Hermanos! El mañana será mejor! ” o “Agermanats” (Hermanados - CMD 8) “ Hermanados iremos caminando bajo un cielo bien azul. / Alegres himnos resonaran de amor y de paz ” o “Oh, quin gran goig” (Oh que gran gozo – CMD 3) “ Oh que gran gozo que alegría cuando los hermanos se quieren ” qué chupi guay, no?
O por ejemplo “Gràcies” (CMD 73) “ gracias por esta aurora encendida, gracias por este día claro, gracias porque puedo abandonar mis desasosiegos cuando estoy contigo [...] gracias por el trabajo que me ocupa, gracias por mis pequeños aciertos, gracias por la alegría, por la música y la luz [...]” ¡gracias a quien! a Dios, a mi madre, a Superman?
Más macabra es “ La Vall del Riu Vermell” (CMD 55) canción típica de exequias y funerales, en que en ningún momento se menciona el deseo de que el alma del difunto vaya a Dios, sino más bien parece que se hable de un vaquero solitario que pasea por el desierto de la desesperación.
Otras canciones presentan a Jesucristo más como a un compañero de juergas con el que ir a pasar el rato, como es el caso de “Lloem el Senyor” (CMD 20). Está el célebre “Deu-me la fe dels profetes” (Dadme la fe de los profetas - CMD 56) no porqué los profetas hablen de Dios sino porqué son super-comprometidos y “ aman a todos los hombres, denuncian las injusticias y están al lado de los pobres .”
Tampoco puedo dejar de comentar la “Hi ha algú que està trucant” (Hay alguien que llama - CMD 53) en la que se habla de Jesús como alguien inquietante que aporrea la puerta. Como remate está la egoísta canción “Que Jesús vingui sempre amb mi” (Que Jesús venga siempre conmigo – CMD 81) ¿y a los demás que? ¿que nos zurzan?
También están las canciones filo-mayo del 68 (haz el amor...) , como es el caso de “Unint les mans” (CMD 74) “ Uniendo las manos, hermanos, veréis que prodigios puede hacer el amor / uniendo las manos hermanos, veréis en la paz abrazarse al mundo ” Se habla del amor igual que lo haría un hippy en un festival flower power a lo Woodstock.
Aunque para mí las peores son las canciones filo-comunistas como por ejemplo “Si tu desnues lligams de servitud” (CMD 85) “ Si tu deshaces las ataduras de esclavitud, si tu liberas al hombre encadenado, la noche de tu camino será como luz a pleno día [...] si tu destruyes aquello que oprime al hombre, si das la mano al hermano humillado, la noche de tu combate será como luz a pleno día ” ni el camarada Lenin lo hubiese dicho mejor.
Podría seguir hasta cansarme y cansar al respetable público, pero creo que ya es suficiente. Quería dejar claro que la mayoría de cantos del Cantoral no son aptos para los actos de culto ya que no son textos que inspiren piedad ni son textos que estén al servicio de los intereses de la Fe , sino que están al servició de los intereses de los hombres. Piénsenlo, reflexionen, y cuando el domingo vayan a Misa, por favor presten atención a lo que cantan.
Muy agradecido. Un fraternal saludo.
La JOBAC se extendió y fortaleció gracias a prácticamente toda una generación de sacerdotes, entonces jóvenes, que se dedicaron en cuerpo y alma y prácticamente en exclusiva a este movimiento. Pero ¿quien les inculcó ese ideario y les convenció de que tenían que servir la causa "jobaquera"? La respuesta a esta pregunta la encontramos en la persona del sacerdote Josep Hortet Gausachs (Barcelona 3/4/1937). Entre otros muchos cargos Mn. Hortet fue superior del Seminario Menor (1964-66) y del Seminario Mayor de Barcelona (1967-1975). Por sus manos pasaron los seminaristas del momento, que en la mayoría de los casos fueron formados a imagen y semejanza del maestro y patriarca Hortet.
Como nos recordaba recientemente Antoninus Pius en su escrito "Los que en 1965 firmaron para que no se acabara la Sagrada Familia", Mn. Hortet fue uno de los firmantes, como también de todas las "movidas" de protesta de la época. La lamentable marcha de Don Marcelo a Toledo y la llegada del cardenal Jubany, colocó a personajes como Hortet en los principales órganos de gobierno de la diócesis, llegando a ser Vicario Episcopal durante muchos años. También fue Consiliario diocesano de Acción católica obrera (1972-75) donde se fue fraguando el movimiento de la JOBAC del que seria consiliario a partir de 1982.
El currículum de Mn. Hortet no acaba aquí. Fue uno de los convocantes principales, junto con algunos de sus discípulos, del "Forum Home i Evangeli" (posteriormente "Forum Vida i Evangeli"), orígen de movimientos como "Església Plural" o "Cristianisme segle XXI", grupos que como es sabido defienden las posturas más revolucionarias en la Iglesia (disminución del poder del Papado, elección democrática de obispos, celibato opcional, ordenación de las mujeres...).
También encontramos a Mn. Hortet en el "Forum Oriol" grupo de sacerdotes de Barcelona creados a imagen del Forum Alsina de Girona (y posteriormente otros como Ondara o Transversal). Una forma de dar una imagen más moderna a la "Unió Sacerdotal", pero con con integrantes comunes. Fueron estos sacerdotes los que desde la basílica de Sant Josep Oriol (de aquí el nombre del Foro) conspiraban y organizaban campañas y movilizaciones para derrocar y humillar al entonces arzobispo el cardenal Ricard Maria Carles.
Actualmente Mn. Hortet, ya muy próximo a presentar su jubilación, es párroco de las iglesias de Santa María del Port y de Sant Bartomeu, uno de los pocos lugares donde todavía siguen habiendo grupos de la Jobac y del Aco. No olvidemos que Hortet es amigo personal y compañero de Seminario de nuestro actual arzobispo, cardenal Sistach, con el que han compartido muchos momentos de colaboración tanto en Barcelona como en Roma. Ambos están celebrando este año sus 50 años sacerdotales y ambos presentarán el año que viene su renuncia por motivos de edad.
[La pasta que salió del la Fundació Centre de Documentació Política ]
Un informe demoledor de la Sindicatura de Cuentas ha revelado el desorden con el qué Sellarès administra la Fundación del Centro de Documentación Política , subvencionada sin pasar por concurso público pese a recibir casi dos millones de euros que van a parar a una cuenta personal que él administra como si se tratara de su economía doméstica y que no cuadra con los balances de la Fundación. Cuando la cosa se enredó se autoconcedió un préstamo mediante su Centro de Estudios Estratégicos ¡y tan ancho!
El informe de la Sindicatura de Cuentas expone claramente que esta operación no se puede hacer, cuestiona la viabilidad de la Fundación ya que a pesar de la subvención mas que generosa “la fundación presenta desde hace años fondos propios negativos”, el último de la cuales cifrado en 165.000 euros de déficit, y denuncia otras prácticas del todo irregulares como saltarse el pago del IVA o pagar a sus empleados por encima del convenio que rige para el personal dependiente de la Generalitat , premiándolos, a demás, “la puntualidad y la actividad” como si ser puntual o trabajar fuera un hecho excepcional y como si Sellarés fuera un empresario pródigo que administra alegremente sus dineros.
Denuncia la Sindicatura el caos contable y remarca que “falta la justificación de la motivación del gasto incluidos los recibos de los restaurantes (sic)”. A demás, la Fundación recibió justo antes de las últimas elecciones [autonómicas de 2010] una subvención complementaria de 241.000 euros para renovar su servicio informático, que debe ser descomunal si tenemos en cuenta que ya recibió una subvención de 191.000 euros durante el año 2004 con idéntica finalidad. Curiosamente el informe de la Sindicatura remarca que "el fondo dotacional no coincide con la aportación inicial. De acuerdo con la Memoria , la diferencia viene dada por la valoración de las aplicaciones informáticas. La Sindicatura ha pedido su composición y no se ha obtenido".
Llisterri de espalda en una “taper session” con la Forcadas |
[De la “moma” de los recortes de prensa a los (re)cursos de/a cosas raras]
Salvando los méritos del pasado remoto de Miquel Sellarès, nos pedimos que utilidad tiene su Fundación y sus resúmenes diarios de prensa y porque los catalanes tenemos que pagarle un sueldo de 106.000 euros anuales vía Generalitat . ¿Tiene algún dossier incomodo sobre alguien, es muy bueno explicando chistes o domina el arte de la hipnosis? En todo caso no tenemos la sensación que sus recortes de prensa puedan ser muy rigurosos si tenemos en cuenta sus panegíricos, estos últimos años, sobre Montilla . Tampoco no nos paree una persona particularmente discreta ni lúcida vistas no solo sus acciones sino también algunas de sus declaraciones. Por ejemplo:
(1)- “En estos momentos, quiero reflexionar durante seis meses sobre el acuerdo. Yo aconsejé a Carod-Rovira que nosotros teníamos que pactar con la izquierda. ¿Y por qué? Seguro que con los amigos, con los patriotas y con la buena gente de CiU, no hubiéramos tenido tantos problemas con la cuestión nacional. Pero teníamos una función histórica: CiU cubría un centro catalanista y nosotros teníamos que hacer la Izquierda nacional”. (C. del B. -Comentario del Blogger-.: ¡Muy bien, chaval, eres un estratega de narices!)
(2) - “Necesitamos no solo los medios públicos sino los privados. Que la operación de relanzamiento del periódico Avui sea un éxito y que el grupo Comit sea un éxito. Que haya unas cadenas privadas con contenido nacional catalán ”. (C. del B.: ¡Estamos impresionados con los resultados!)
(3) - “Y como consejo a los jóvenes, les digo que no sean unos burócratas funcionarios al servicio de la política [ostras, macho, y tú que eres] . A nosotros nos tocó pasar por interrogatorios, la cárcel, y lo hemos superado. Ahora, lo máximo que podemos perder es el sueldo y el coche oficial ”. (C. del B.: Además se permite dar consejos éticos a los chavales utilizando la lucha antifranquista)
(4) - “Aquí hay una cosa que no se ha explicado bien. Yo no soy un hombre sin trabajo. Se crea una oficina de apoyo a Carod-Rovira hecha por profesionales, liberados y a sueldo. Pero yo pretendo darle el apoyo que necesite sin cobrar ni un duro. No fui nunca un profesional de Pujol y no lo seré de nadie. Si mantengo esta actitud dura a la hora de hacer política es porque no depende de ello mi sueldo. Cuan la letra del piso la tienes que pagar de la política, estás listo”. (C. del B.: Una visión muy curiosa del que es “hacer política” y de lo que significa “no cobrar ni un duro”. De que depende su sueldo?)
(5) -“[Enric] Marín sabe que mi salida me supuso una liberación y que yo tengo mucho que ver con su nombramiento, sin él el primer candidato. Interesaba mucho que quien me substituyera fuera claramente un hombre Carod, pero muy diferente a mi. Este chico sabe maniobrar mas que yo; y por eso lo hemos puesto ". (C. del B.: “Me debes un favor, chaval” Y sí, fue generosamente recompensado)
(6) - “Hay que defender como líderes en Cataluña a TV3 i Catalunya Ràdio, y colocar detrás una industria audiovisual potente, defender empresas como MediaPro”. (C. del B.: Hemos estado en manos de gente que pensaba y hacía cosas tan acertadas!).
(7) - “ Yo el 23 iba con una pistola con 18 balas y de miedo sí que tuve, porque si llegan a venir al Palau [de la Generalitat ] no se que qué hubiera pasado... Estaba con un grupo de gente que queríamos llevarnos al presidente Pujol ”. (C. del B.: Por suerte, Pujol no huyó. Solo nos hubiera faltado eso).
(8) - “Existe toda una generación que se lo ha encontrado todo hecho. No saben que estas libertades, individuales muchas pero colectivas muy pocas, han costado mucho. Yo estuve cerca de la lucha armada en ciertas etapas de mi vida; fui a Israel , incluso, para hacer cursos de cosas raras …” (C. del B.: ¿De verdad? Como qué, croquetas de mandarina?)
Ahora que Sellarès escribe artículos adulando al conseller Puig y recomendándole que “consulte mas a los especialistas del país que han hecho posible el modelo policial catalán”. ¿No estará hablando de el mismo, no? Es que suena que a previsible y próxima pasada de la bandeja para ver que cae.
Nos parece que ya basta de tener que pagarle los servicios prestados. Lo único que probablemente le debe este país es una novela costumbrista. Ahora que va a cumplir 65 años, podría jubilarse. Esperemos que se haya dado de alta en la Seguridad Social.
!Llisterri, nano , tienes un buen maestro a quien imitar!
Jordi Llisterri es uno de esos personajes que mas rabia dan del panorama eclesial barcelonés. Es como aquel compañero de clase engreído y chivato que no soportábamos de pequeños porque conseguía pequeñas prebendas previo peloteo con el profesor. Es por ello que disfruta de diversos motes y apelativos a cual mas ocurrente. Mejor no detallar.
Actualmente este animalito periodístico de la ratomáquia eclesial barcelonesa, como diría Monegal, se refugia en la Avenida Gaudí , número 13, 1º 2ª.
Dirigimos una primera batería de preguntas a nuestros amigos lectores y colaboradores:
¿Qué relación existe entre la asociación Opinió Catalana, la fundación presidida por el investigado por la Sindicatura de Comptes Miquel Sellarés y Perelló y el periodista Jordi Llisterri y Boix? ¿Por qué el Centre d'Estudis Conciliars y su web Catalunyareligio.cat comparten domicilio social con Opinió Catalana en dicho domicilio de la Avenida Gaudí? ¿Es que no hay mas pisos en Barcelona?¿Por qué antes de trasladarse al barrio de la Sagrada Família , las dos entidades ( Opinió Catalana y el Centre d'Estudis Conciliars compartían también domicilio en la Gran Vía número 571, entresuelo 2ª? ¿Por qué siempre van de “bracet” (de pareja)?
Llisterri posee actualmente tres plataformas de expresión explícitas donde firma con su nombre: la revista Foc Nou , donde es redactor jefe; la web catalunyareligio.cat del Centre d'Estudis Conciliars , donde es también jefe de redacción; y sus blogs personales con firma. Habría que preguntarse quien escribe (siempre de forma anónima) y selecciona los temas que aparecen en el apartado Asuntos Religiosos del digital Tribuna Catalana, propiedad de Opinió Catalana .
Si alguien realiza un seguimiento comparativo de los espacios donde Llisterri escribe y firma con su nombre y el espacio anónimo dedicado a la información religiosa en Tribuna Catalana se encontrará que todo ello, mas que a diálogo, se asemeja a un monólogo. ¿No será Llisterri, (o su amigo Marcel.lí Joan), el factotum de la información religiosa en Tribuna Catalana cuando le interesa no firmar y armar maraña? Todos aquellos que le dan apoyo (jesuitas, escolapios, salesianos, maristas, claretianos, vedrunas, la Salle , benedictinos de Montserrat…) harían bien en preguntárselo. Lo esperamos con ansia.
También a la vicepresidenta Joana Ortega y por extensión a UDC y a CiU, porque la web www.catalunyareligio.cat es posible gracias a los 25.000 euros anuales que el Centre d'Estudis Conciliars recibe de la Generalitat y a los gastos que se ahorra de compartir pisito con la Opinió Catalana de Miquel Sellarés. ¿Qué seria de Llisterri si no pudiera disparar con pólvora del rey? ¿Acaso, a parte de la conjunción cósmica pajiniana de compartir domicilio en la Avda. Gaudí , no hay también, en el matrimonio de intereses entre Sellarés y Llisterri, una simbiosis entre el victimismo ideológico como bandera y la pura necesidad de cobrar a fin de mes?
¿Miquel Sellarés como patrón de conducta?: dos hombres y un mismo modus operandi
Reproducimos, traducido, un muy interesante artículo sobre Miquel Sellarés y Perelló publicado en el blog hasbarats.blogspot.com. con quien compartimos el sentimiento de, pese a ser tan catalanes como ellos, ser acusados de antipatriotas cuando atacas a estas vacas sagradas que viven del cuento. Lo traducimos (los textos entre corchetes son nuestros).
[Lo mismo sucede con Llisterri tras ser invitado al Concilio Tarraconense]
Puede que hoy, algún amable lector se disgustará con nosotros y nos replicará con un “!sí, ya lo sabemos, Sellarés es un vividor, pero es nuestro vividor ! No sabemos hasta que punto nos duele violentar la delicada sensibilidad de algún patriota con amnesia intermitente o tocarle lo que no suena a alguna “patum”. Dicho esto, pasemos al asunto que nos ocupa sin más preámbulos.
Miquel Sellarés hace décadas que vive del presupuesto público, de canonjía en canonjía, a cuenta de viejos méritos, como el hecho de haber participado en la fundación de Convergencia en 1974 o el haber formado parte como Director General de Seguridad Ciudadana de la Generalitat del equipo transversal que comandado por el conseller Macià Alavedra que a inicios de los ochenta desarrolló el proyecto de la nueva Policía de Catalunya. Duró en el cargo ocho meses a causa de unas declaraciones inoportunas; o sea, por “ bocas ” , una de sus características más destacadas y del todo incompatibles con la discreción que exigía su cargo.
Sellarés fue nombrado y relevado, perdió su salario pero su destitución no supuso ningún escándalo ni ninguna degradación personal. Hay cientos de cargos que has sido relevados cuando quien los ha nombrado lo ha creído oportuno y ninguno de ellos se ha dedicado a proclamar su trascendencia histórica o a reclamarnos (y conseguir) reconocimientos históricos como lo ha estado haciendo durante treinta años.
[Segunda etapa: la estratégica apuesta por la izquierda. Llisterri con la Bofill-PSC -CpC y Foc Nou...]
Tres miembros de junta (en esta asociación solo hay junta) del Centre d'Estudis Conciliars afincada en la Avda. Gaudí , 13 (R.Basas; J. Listerri; J.Mª. Carbonell), también del Consejo de Redacción de catalunyareligio.cat.
En 2003, Sellarés contribuyó decisivamente en la campaña “Carod president”. Como resultado, Carod no fue Presidente pero sí Conseller en Cap mientras ERC obtenía unos resultados extraordinarios. Sellarés fue premiado con el nombramiento de Secretario de Comunicación de la Generalitat , pero fue destituido pasados dos meses, otra vez por bocas… y por iluso. Sus “compañeros” del PSC se libraron de él filtrando un proyecto suyo que consistía en controlar los medios de comunicación favoreciendo o perjudicando grupos mediáticos con favores, maniobras y subvenciones . Y es que Sellarés cayó en la visceral y hispánica tentación de “ahora que mandan los nuestros” y se encontró de facto con la respuesta socialista del “ no, vosotros no; nosotros ” que contó con la colaboración entusiasta del Grupo mas amenazado (El Godó-La Vanguardia) y con la correduría convergente dispuesta a ponerlo en su sitio y pasar antiguas cuentas pendientes. Miquel Sellarés es un fajador de ring de extrarradio impotente delante la floritura jesuítica y la maniobra sibilina. En caso de duelo, nunca escogería el florete, más bien escogería el hacha de sílex.
[Comer del copy paste de Llisterri en la web www.catalunyareligió.cat , la versión eclesial del copy paste de Sellarés en el C.P.D.]
El hombre, no cayó en la miseria y mantuvo su canonjía mas suculenta, iniciada en tiempos de CiU: la presidencia de la Fundación del Centro de Documentación Política ( C.P.D. ), un invento en un principio privado que consiste en hacer resúmenes de prensa de copy paste a precio de oro para la Generalitat de Catalunya y la Diputación de Barcelona, sus inexplicables contribuyentes.
[Avda. Gaudí, 13, 1º 2ª o la conjunción interplanetaria de los tinglados de Sellarés y Llisterri ]
Con la llegada del segundo Tripartito, con su viejo amigo Carod-Rovira como Conseller de Vicepresidencia (o como Vicepresidente o como Conseller en Cap in rectore ) supuso una especie de epifanía cósmica del untar. Así las cosas, tenemos que el amigo Sellarés, cultivando la intriga folletinesca y el look de “el espía que me amó”, se convirtió en el rey hiperactivo de la subvención pública y la chiringuito virtual. Cargos:
!Caramba! ¿Estamos hablando de un prohombre, de un referente histórico de la construcción nacional que pasará a la posteridad por llevarnos hacia la independencia? Pues... no! Hablamos de un señor gordito y chulesco que se pasa de listo, especialista en resbalones y en vivir de nuestros impuestos “potinejant” (pasteleando) en sus laboratorios de la “conxorxa” (malas artes). A veces incluso llega a utilizar Israel a conveniencia como un instrumento. Pues por aquí nos toca las narices que alguien se aproveche la Independencia de Cataluña y de Israel “per tirar de la rifeta” (para vivir del cuento).
No se puede entender la realidad de la Iglesia católica en Barcelona sin conocer la nefasta influencia que el movimiento de la JOBAC (Jóvenes Cristianos de Barrios Obreros y Ambientes Populares) ha tenido en varias generaciones de jóvenes diocesanos, perdidos totalmente a nivel eclesial. La JOBAC es aparentemente la versión catalana de la JOC, de la que se escindió porque el nacionalprogresismo catalán nunca ha querido saber nada con sus paisanos del resto de España y ha buscado sus propios caminos de forma autónoma e independiente.
Pero a diferencia de otros movimientos cristianos obreros, la JOBAC no sólo buscó la evangelización de jóvenes obreros descarriados, sino que recogió la mayoría de los jóvenes cristianos de casi todas las parroquias y los formó (o deformó) en planteamientos neomarxistas, además de vaciarlos de cualquier espiritualidad estrictamente católica. Miles de buenas familias, muchas de ellas claramente tradicionales confiaron sus hijos a este movimiento, porque el párroco o el vicario de la parroquia, se lo vendió como "lo que se llevaba eclesialmente en ese momento".
El resultado no podía ser peor, las parroquias se vaciaron de jóvenes, que únicamente participaban de las actividades de la JOBAC, que consistían en una reunión semanal, para formarlos en el izquierdismo militante y una celebración de la Eucaristía, aproximadamente una vez al trimestre, en la que se saltaban todas las normas litúrgicas y se acompañaba de música y baile (guitarras eléctricas, baterías, percusión...).
Militantes de la Jobac, puño en alto, participan en una manifestación del 1 de mayo, a la izquierda se puede observar al sacerdote diocesano Xavier Morlans y al jesuíta Jesús Lanau |
A la larga, prácticamente todos aquellos "militantes" abandonaron cualquier vínculo con la Iglesia, sólo una minoría continuaron en al ACO, un movimiento similar a la JOBAC, pero para militantes algo más adultos, pero también sin ninguna conexión parroquial. Lo cierto es que una buena parte de los cuadros dirigentes de partidos políticos y sindicatos de izquierdas salieron de la JOBAC. Esa es la gran aportación de este movimiento a la sociedad catalana, pero en cambio a la Iglesia barcelonesa le ha hecho un flaco favor.
Sólo hace falta comparar parroquias. Las que tuvieron sus jóvenes en la JOBAC, tienen un vacío total de varias generaciones en sus bancos, en cambio las que apostaron sus jóvenes en los "nuevos movimienos" (Opus Dei, Neocatecumenales, Carismáticos, Regnum Christi...) tienen cristianos de todas las generaciones en sus templos. Lo peor de todo es que las parroquias donde hay párrocos "jobaqueros" siguen sin levantar cabeza, porque se niegan a reconocer sus errores y siguen creyendo que los "gloriosos" años 70 y 80 algún día volverán. Sólo las parroquias que han substituido un sacerdote "jobaquero" por uno "germinante" empiezan a funcionar. Pero tristemente el cardenal Sistach no está por esa labor, en cambio en la diócesis de Terrassa, donde también había JOBAC, la recuperación se está realizando a marchas aceleradas.
Durante varios capítulos vamos a analizar los sacerdotes surgidos y formados por este movimiento, algunos en cargos muy importantantes en nuestras diócesis catalanas, para poder entender, entre otros motivos, porque las cosas están tan mal por aquí y porque cuesta tanto la regeneración eclesial.
¡Qué quieren que les diga! A mí las palabras del Papa volando de Roma a Santiago, me sonaron a potentísima e inequívoca voz de alerta a los católicos españoles: recordad, almas dormidas, avivad el seso y despertad contemplando cómo nos estamos precipitando hacia los años 30. ¿Temerario? Quizás. Pero no me gustaría que la New Age y los próximos 30, los del siglo XXI, me pillasen dormido contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando.
Queriendo o sin querer, estoy calcando en este artículo el “CAMINO DE SERVIDUMBRE”, de Hayek. El problema de fondo es el mismo: el afán intervencionista del Estado (resultado de sus inclinaciones totalitarias), que le lleva a traspasar la barrera entre lo público y lo privado : con la intención de convertirse, además de administrador exclusivo y en exclusiva DE LO PÚBLICO de la sociedad, en dueño y señor de toda ella y de cada uno de sus individuos.
Su obsesión por llegar a lo más de lo más, le lleva a erigirse en CREADOR-CRIADOR de sus gobernados. Primero los MODELA no a su imagen y semejanza, sino a su conveniencia; y luego, igual que un ganadero en su explotación, decide cuántas criaturas necesita, quiénes merecen vivir y quiénes no, cuáles son los parámetros de calidad y dignidad de vida que han de cumplir SUS CRIATURAS. Por favor, ¡no me sean ingenuos, no me hablen de Hitler!
Siendo éste el programa del Leviatán de nuestro mundo feliz versión New Age , ¿cómo no le van a estorbar los crucifijos en las escuelas? ¿Cómo no va a instituir el aborto como primera línea de control del derecho a vivir? ¿Cómo no va a promocionar la eutanasia como segunda barrera que sólo superan los que acreditan su dignidad de vida? ¿Cómo no va a educar a los adolescentes para la total y absoluta libertad e irresponsabilidad sexual, y a las adolescentes, consecuentemente, para la más abyecta, aberrante y desquiciante servidumbre sexual? ¿Cómo no va a imponer en las escuelas un lavado de cerebros denominado Educación para la Ciudadanía?
Cuando Montesquieu habló de la SEPARACIÓN DE PODERES, pecó de ingenuo. Pensó que manteniendo separados los poderes políticos, es decir aquellos que configuran la “ pólis ” o dimensión pública del individuo, a saber: el legislativo, el ejecutivo y el judicial, garantizaba la salud de la sociedad. ¡Pobre Montesquieu! Se pensaba que los políticos nunca invadirían el ámbito de las conciencias y que por tanto no se necesitaban prevenciones para evitar que después de asaltar el triple poder, se atrevieran con el sancta sanctórum de los ciudadanos: el que les permite ser ciudadanos y no súbditos; más aún: súbditos y no esclavos; y aún mucho más: esclavos, y no simple ganado. No se le ocurrió al pobre ingenuo que la voracidad del Leviatán político no conoce límites. ¡Ya ves!, era víctima del prejuicio de la conciencia. Pensaba que ésa era la barrera natural que ningún político se atrevería a traspasar, porque ni siquiera lo habían hecho nunca los soberanos a los que la Revolución forzó a “ceder su soberanía al pueblo”. Creyó el infeliz que hubiese sido ocioso inventarse ese fantasma para luchar contra él. ¡Cuán necio se vería Montesquieu si levantase la cabeza, al ver al soberano de su invención, el pueblo, hecho un eccehomo !
Y se atreven, esos políticos, a invocar la CONCIENCIA y los PRINCIPIOS. A ver, señor presidente, ¿de qué conciencia me habla? ¿De la suya, o de la conciencia de la sociedad? ¿Se da cuenta, señor presidente, de que si me habla de SU CONCIENCIA tendría que dimitir como hizo el rey Balduino cuando le pusieron delante la ley del aborto para firmarla? Y si hablaba de la CONCIENCIA DE LA SOCIEDAD, piense, señor presidente, que ésta es PLURAL por derecho constitucional, y por tanto usted, como miembro del PODER EJECUTIVO de la nación, no tiene derecho ni tan siquiera a rozarla. Lo único que ha de hacer usted con la conciencia de la sociedad es respetarla en toda su pluralidad y diversidad, sin decantarse por una opinión ni por otra. Y con su conciencia personal, lo único que puede hacer es guardársela mientras esté en el ejercicio de uno de los tres poderes de la nación. Y si no se la quiere guardar, lo que ha de hacer es renunciar al poder. Porque los poderes de la nación están no para “representar” a ninguna conciencia particular de la nación, sino para SERVIR a toda la nación en su diversidad de conciencias.
Y en cuanto a los PRINCIPIOS que invoca, señor presidente, en cuanto a SUS PRINCIPIOS personales, digo, pues lo mismo: se los guarda para ejercitarlos en la intimidad; porque usted no tiene ningún derecho a gobernar la nación según sus principios personales, ni el partido a apoyarle para ello. Por prescripción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por imperativo constitucional, por exigencia democrática. Porque si hay LIBERTAD DE CONCIENCIA, LIBERTAD RELIGIOSA, LIBERTAD DE OPINIÓN, y ésas son LIBERTADES DE LOS CIUDADANOS, y no de los poderes públicos; libertades que tiene derecho a reivindicar cada ciudadano individualmente o en colectividad ; si ésas son libertades privadas (¡no públicas!) los poderes públicos no tienen ninguna legitimidad ni para legislar ni para diseñar políticas sobre ellas. Y esas libertades son pisoteadas alevosamente cuando se conciertan los tres poderes para hacer prevalecer unas OPINIONES SOBRE OTRAS, unas CONCIENCIAS sobre otras, unos VALORES sobre otros, y cuando utilizan la ENSEÑANZA, la SANIDAD, la ASISTENCIA SOCIAL y todo el aparato de propaganda del Estado para amaestrar a la sociedad según la conciencia, los principios, las ideas y los valores del gobernante de turno o de su partido ( que no es un poder público , sino un ente privado).
Quid ergo? Pues la cuestión es bien sencilla. La cuestión es que para preservar la LIBERTAD de los ciudadanos (¡si es que se les puede seguir llamando así!), por encima de la separación de los poderes públicos y con carácter de total y absoluta prioridad, está la SEPARACIÓN DE LO PRIVADO Y DE LO PÚBLICO . La separación de la administración de los dineros y de la administración de las conciencias . Bastante tenemos con poner en manos del Estado más del 50% de nuestros dineros (¡que no es poca servidumbre ésa!), para además cederle el 100% de nuestras conciencias.
Óigame, que el tema es muy simple: a pagar impuestos no me apunto si quiero y me borro si no quiero; que para eso se llaman IMPUESTOS, porque son una imposición en la que finalmente te va la supervivencia: preguntádselo, si no, a las infelices víctimas de Hacienda. Pues bien, mientras a pagar impuestos no puedo apuntarme y borrarme a mi antojo, a creer o dejar de creer en una u otra religión, a adherirme a una u otra ideología puedo apuntarme y borrarme cuando me dé la gana. Éste es por tanto un ámbito de LIBERTAD INDIVIDUAL que el Estado no ha de traspasar por ningún concepto: NO ha de poder emplear los dineros que me exige imperiosamente y bajo pena de inanición, para laminar mi libertad: la que por ser mi último refugio de libertad frente al poder, tendría que ser INVIOLABLE. El traspaso de esa barrera tendría que encender todas las alarmas y poner en marcha todos los mecanismos de defensa de la sociedad. ¿LOS HAY?
Ubi Gentium sumus? ¿En qué país incivilizado vivimos? Incivilizado es el país cuyos habitantes no son capaces de ser cives , es decir “ ciudadanos ”. ¡Ya ven! ¿De dónde nace la legitimidad del Estado para forjar conciencias ni siquiera desde la escuela pública? ¿Y desde los medios? ¿Y desde la legislación? ¿Y desde las instituciones públicas? ¿Cómo es eso de hacer esas leyes inicuas profundamente behavioristas, que persiguen y castigan el bien, al tiempo que alientan y premian el mal? También el behaviorismo consiguió acondicionar el cerebro de las ratas para que percibiesen las descargas eléctricas como placenteras. Pero no nos contaron el final de la película por no perturbar nuestros idílicos sueños: esas ratas acababan tremendamente desquiciadas. Y los ciudadanos que consumen el mal al que les induce el estado como el mejor de los bienes, también.
Quam rem públicam habemus? ¿Qué COSA PÚBLICA tenemos, que nos ha invadido totalmente el ámbito privado? ¿Se dan cuenta? Por definición, la Res Pública, que no es sino la Cosa Pública, no tiene derecho a meter sus narices en el territorio de LO PRIVADO. Y para privacidad, la conciencia, la religión, los sentimientos, los valores, las ideas. El Estado, que es y ha de ser únicamente Cosa Pública, no puede ni debe declararse competente en asuntos individuales y privados de los ciudadanos. No debe meterse a decidir lo que tienen que pensar, creer y sentir los ciudadanos. El Estado no puede tener ideología ni antiideología; ni tan siquiera conciencia; ni menos promocionarlas desde el abuso del poder.
Y no me vengan con trucos democráticos, que no cuelan. Ni se puede decidir por votación, aunque sea unánime, que dos y dos sean cinco (¡ni tampoco se puede votar que sean cuatro!): por el simple motivo de que NO LE COMPETE AL PODER , sea éste democrático o totalitario; ni le compete decidir lo que hemos de pensar los ciudadanos; ni le compete decidir si nos concede el derecho a la vida: porque ése es un derecho que lleva ya puesto cada uno antes de asociarse con su vecino para formar una pólis . Ni le compete, claro está, decidir si en la escuela tiene que haber crucifijos o no. Eso no le compete en absoluto al poder, sea del género que sea, sino que se lo ha de resolver ella solita la SOCIEDAD CIVIL. ¿O acaso han decidido los dueños de lo público (es decir los políticos) dejar sin ninguna competencia a la SOCIEDAD CIVIL?
¿Que no hay sociedad civil? Todo lo que NO son instituciones del Estado es SOCIEDAD CIVIL. Incluida la Iglesia, claro está, incluidos los partidos políticos, incluidas las empresas, incluidos los clubes y asociaciones, incluidos los sindicatos exclusivamente asociativos (cuando entramos en la representatividad más allá de los miembros de la agrupación, estamos ya en lo político). Hay mucha SOCIEDAD CIVIL y las instituciones del Estado (empezando por el Parlamento) están pisoteando sus COMPETENCIAS.
La Iglesia, a cuya jerarquía fraudulentamente los políticos le otorgan representatividad ( do ut des ; en román paladino, “toma y daca”, y ésta también fraudulentamente la acepta); la Iglesia, digo, es una parte muy significativa de la sociedad civil, cuyas COMPETENCIAS está pisoteando el Estado. Es el resto de sociedad civil la que tiene que disputar y si llega el caso, negociar con la Iglesia, si quiere quitar los crucifijos de las aulas. ¿Y eso cómo se hace? ¿Discutiendo con la Conferencia Episcopal? ¡¡No padre!!, discutiendo con la porción de Iglesia que hay en cada aula y en cada ámbito en que se plantea el problema.
Nuestros jefes religiosos son jefes religiosos, NO POLÍTICOS. Y por tanto el poder no tiene por qué tratarlos como jefes de nada. El que sean jefes, es cosa interna de la Iglesia. Los fieles aceptamos su jerarquía religiosa; pero eso no implica que les asignemos por ello jerarquía civil sobre nosotros y que por tanto ellos sean nuestros representantes ni tan siquiera religiosos ante el poder político. Eso sí que es decimonónico; y no lo han tocado. Lo mismito que los sindicatos. Al poder político le interesa reconocer representatividad religiosa y representatividad sindical. ¡Pues no! A los trabajadores de a pie les revienta el fraude de la representatividad sindical, y a los cristianos de a pie nos repatea que se le dé carácter de representatividad “política” a la jerarquía interna de la iglesia (que ni es democrática ni tiene por qué serlo, al ser cuestión privada de los que voluntariamente deciden pertenecer o dejar de pertenecer a esa agrupación libre de ciudadanos).
Si el Estado español quiere tratar cuestiones religiosas con el Estado Vaticano (que ése es el nivel real), puede hacerlo. Pero de la misma manera que el Estado no negocia con la directiva del Real Madrid o del Barça cuestiones que afecten a su respectiva masa social, porque esas directivas no lo son de los socios, sino del club-entidad, así tampoco tiene por qué negociar, discutir o pactar mis derechos de conciencia con la directiva de la Iglesia. Mis derechos de conciencia son un derecho político exclusivamente mío, sobre el que no he cedido representación a nadie. Ni a obispos, NI TAMPOCO A DIPUTADOS. Nadie tiene derecho a administrar en mi nombre lo que es exclusivamente mío.
Por eso, en el momento en que veo POLITIZARSE LA MORAL, me saltan todas las alarmas y pongo el grito en el cielo. A mí me da muy mala espina ver a los obispos con el poder político. Los católicos somos ciudadanos maduros y tenemos plena capacidad de gestionar nuestros derechos civiles, entre los que están la libertad de religión, la libertad de conciencia, la libertad de opinión y la libertad de elegir entre las distintas fórmulas morales que nos propongan las distintas religiones, igual que podemos elegir entre los distintos partidos políticos y sindicatos.
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